Unos 3,740 casos de mordedura de canes se registraron en el primer semestre del año, en 24 distritos de Lima, siendo los niños los más afectados, pues incluso se han reportado casos de menores desfigurados por el ataque de perros agresivos, informó hoy el Ministerio de Salud. Mónica Villanueva, directora del Centro Antirrábico de Lima, precisó que de estos accidentes, el 58 por ciento corresponde a ataques que dejaron lesiones leves; mientras que el resto corresponde a casos graves. Del total de casos, sólo 1,758 han iniciado tratamiento.
Asimismo, la especialista precisó que en 2008 la Dirección de Salud (Disa) Lima Ciudad reportó 8,013 accidentes por mordeduras de canes, siendo un 57 por ciento casos leves y 43 por ciento, graves. De ellos, el 84 por ciento fue sometido al tratamiento correspondiente.
“Hay días en que las consultas suben hasta 40 personas por día y estas aumentan más en la época de vacaciones, es decir, de diciembre a febrero”, señaló Villanueva, al indicar que el Centro Antirrábico atiende en promedio de 15 a 20 personas afectadas diariamente.
Tenencia responsable de canes
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Rabia, que se celebra el 28 de este mes, Villanueva hizo un llamado a los dueños de los canes para que asuman su responsabilidad y practiquen una tenencia responsable de sus mascotas.
“El can debe ser sacado a pasear siempre con una cadena y si es agresivo debe llevar necesariamente un bozal, pues el daño que causa no sólo es físico, sino también psicológico.”
Del mismo modo, recomendó a las familias tener mucho cuidado, sobre todo con los niños, quienes son los más propensos a ser atacados. “Se acercan a los perros sin medir las consecuencias. Inclusive hay niños que se montan sobre ellos”, advirtió.
Agregó que estos canes causan en un gran porcentaje de desfiguración en el rostro del menor, lo que le ocasiona daños psicológicos y secuelas que sólo con un tratamiento adecuado pueden superarse.
Recomendaciones
Si es víctima de mordedura, el primer paso a seguir es lavar la herida con abundante agua y jabón, para eliminar la mayor cantidad de bacterias de rabia (si las hubiera). Luego, se debe acudir al centro de salud y ubicar al can mordedor para que sea observado.
Una vez ubicado, el animal es sometido a una observación clínica de 10 días. También pueden mantener una cuarentena domiciliaria si es que el establecimiento de salud al que ha acudido no tiene jaula. En este caso, los veterinarios acudirán a la casa tres veces durante los 10 días.
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