La violencia en México no tiene límites, y menos la forma de ejercerla. El último asesinato le pone la piel de gallina a cualquiera: un hombre apareció colgado por el cuello, totalmente desnudo, con la cabeza envuelta en cinta adhesiva y los genitales dentro de la boca. El macabro crimen ocurrió en Tijuana, de Baja California.

El cadáver fue descubierto colgado de un puente en las primeras horas del día, a vista y paciencia varios conductores, quienes alertaron a la Policía del espeluznante hallazgo a la policía. Cerca del lugar está el cuartel militar del Aguaje de la Tuna de la II Zona Militar. Ni eso amilanó a los criminales.

La víctima tenía golpes y señales de tortura en varias partes del cuerpo. “Le fueron mutilados los órganos sexuales”, dijeron autoridades locales, que de momento no han revelado la identidad del fallecido, aunque trascendió que podría ser un funcionario del Estado que fue secuestrado el miércoles pasado.