Casi dos días después del fuerte huaico que cayó desde el cerro Picota y arrasó casi todo el centro de Humanga hasta la Plaza de Armas, el panorama en la capital ayacuchana es desolador, mientras que los fallecidos por este desastre se elevaron a 11. Pero lo peor es que estas muertes se pudieron evitar si las autoridades hubieran tomado en cuenta la alerta que emitió días atrás el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
En ella se indicaba que un fuerte temporal arreciaría en esa zona y, en efecto, la predicción se cumplió el miércoles. Huamanga soportó la lluvia más intensa de los últimos años. Las calles de la ciudad se convirtieron en cauces de grandes caudales y, a la vez, de piedras y lodo que bajaron desde las zonas altas, sepultando y arrasando todo a su paso. Por la magnitud de la tragedia, las autoridades sanitarias temen ahora el brote de epidemias.
Adam Ramos, jefe del Senamhi-Junín, entidad que también monitorea el clima de Huancavelica, Pasco y Ayacucho, advirtió que la alerta sobre posibles temporales y lluvias podría extenderse más días en Ayacucho y en otras jurisdicciones de la sierra. El especialista subrayó que la ciudad de Huamanga no estaba preparada para una fuerte lluvia pues, al parecer, sus drenajes no habrían tenido una limpieza adecuada.
En tanto, el Ejecutivo oficializó este viernes la declaratoria del estado de emergencia en la provincia de Huamanga por un plazo de 60 días calendario, como lo anunció el premier Javier Velásquez, para ejecutar acciones inmediatas en la zona afectada por el fuerte alud.
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