Dolce & Gabbana cree que crisis ha frenado pugna por la prenda más cara


Los diseñadores italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana creen que la crisis económica ha traído algo positivo al mundo de la moda: el fin de la competición entre firmas por hacer la prenda más cara y de la "euforia incontrolada" que se vivía en el sector.
Así lo explican los modistos en una entrevista que publica hoy el diario económico milanés "Il Sole 24 Ore", en la que Dolce y Gabbana hablan de los reajustes que han tenido que hacer en su empresa para hacer frente a la crisis.
"Habíamos perdido el sentido de la realidad: era una competición entre estilistas por saber quién realizaba la prenda más costosa, por quién tenía más guardaespaldas en la puerta", comenta Dolce.
"Nosotros somos estilistas, pero también empresarios: nos miramos a la cara, entendimos que tras esta crisis nada será como antes, pero es positivo, como una tormenta de verano que refresca", añade.
El modisto explica que han suprimido gastos "superfluos" en la directiva de su compañía y racionalizado los procesos productivos para reducir los costes, todo para intentar bajar sus precios ante la menor disponibilidad de los clientes a dejarse grandes cantidades de dinero en sus exclusivas creaciones.
"Los consumidores ya no están dispuestos a gastar como hace un tiempo: el sistema de la moda estaba dominado por una euforia descontrolada y el lujo ha sido sólo una apariencia de un mundo virtual que ya no volverá", apunta Dolce.
El diseñador comenta que, al pensar que habría alguien que podría comprar un vestido de 20 millones de euros, ellos no veían ningún reparo antes en sacarlo al mercado.
Por su parte, Gabbana asegura que ellos fueron los primeros grandes diseñadores en admitir que "en las tiendas había una drástica reducción de los ingresos, del 40 por ciento exactamente".
"Pero eso -precisa- no se ha traducido en una caída de las ventas de la misma magnitud. Es más, desde el 1 de abril a la actualidad en nuestras tiendas de todo el mundo con las insignias Dolce&Gabbana y D&G la disminución de los ingresos es de apenas el 6 por ciento, y del 3 por ciento desde comienzos de septiembre. Nada de dramático, por tanto".
A pesar de la crisis económica, los modistos no piensan en abandonar la buena vida y las compañías de famosos, pues eso es algo que, según ellos, va ligado a su profesión y se lo han ganado con su esfuerzo.
"Ser profesionales de la moda significa tener conocidos o amigos famosos: hay un momento para trabajar y otro para divertirse. Ganamos mucho dinero y tenemos casas bonitas, pero nos lo hemos trabajado. De otro modo, en 25 años, no habríamos construido una realidad así. Guste o no", sentencia Dolce.

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