En la mayoría de los casos se trató de personas que fueron golpeadas por objetos arrastrados por vientos de más de 120 kilómetros por hora, que barrieron la ciudad de 7 millones de habitantes.
Las escuelas y oficinas fueron cerradas y el servicio de ferry y autobuses tuvo que ser suspendido mientras el viento y la fuerte lluvia continuaban azotando la ciudad, mientras el tifón aterrizaba en el vecino sur de China.
Sin embargo, la agencia oficial de noticias Xinhua, indicó que a medida que corre el día se han levantado las alertas y se han reabierto algunos centros administrativos y comerciales, como la Bolsa de Hong Kong.
Si bien algunas escuelas reanudaron sus actividades, se informa que los jardines de niños y los centros educativos para alumnos especiales volveràn a funcionar mañana.
El tifón número 15 de esta temporada, que mató a tres personas en su paso por Filipinas, continuará su curso hacia el noroeste, y se prevé que este mismo martes ingrese a la región autónoma de Guangxi Zhuang, con previsiones de que en el transcurso del miércoles se debilite.
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