La investigación mencionada duró 9 años y fue practicada a un total de 201 hombres y mujeres afroamericanos que padecían un estrechamiento en sus arterias cardiacas. La edad media de los pacientes era de 59 años. De todos ellos, un grupo comenzó a practicas la llamada meditación trascendental, mientras que otro participó en clases para modificar la dieta y practicar ejercicio. Todos recibieron atención médica y tomaron sus medicinas de manera habitual.
Una vez terminado el estudio, los investigadores notaron que en el grupo de meditación hubo una reducción de un 47 por ciento en las muertes, producto de ataques cardíacos y enfermedades cardiovasculares. Además, los pacientes mostraron una baja significativa en los niveles de estrés psicológico y una presión sanguínea más baja.
“Investigaciones previas sobre la meditación trascendental han mostrado disminuciones en la presión sanguínea, el estrés psicológico y otros factores de riesgo de la enfermedad cardiaca, con independencia de la etnia”, indicó Robert Schneider, director del estudio.
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