Víctima de cáncer pensó que iba a morir y derrochó más de 80 mil dólares


Quería vivir cada día como si fuera el último y no midió gastos hasta que le dijeron que estaba bien. Tiene una gran deuda, pero nadie le quita lo bailado

Suzie Grogan decidió vivir cada día como si fuera la última vez desde que fue diagnosticada de cáncer de mama en agosto de 2006.

A sus 47 años comenzó a organizar tantas cosas en beneficio de su familia como fuera posible. En solo doce meses gastaron casi 18 mil dólares en días festivos, más de 24 mil en mejoras en el hogar, la misma cantidad que en autos nuevos, y más de 5 mil en Navidad, según relata el Daily Mail.

Ella y su esposo Pedro, gastaron casi 2 mil 500 dólares solo en renovar sus votos matrimoniales. En total, los Grogan han acumulado una deuda de 82 mil dólares.

La pareja tiene dos hijos y uno de ellos va a la universidad. Ahora deben tener dos empleos para poder subsistir.

ESTABA GRAVE
Suzie fue diagnosticada de cáncer de mama en agosto de 2006. Un mes más tarde, le hicieron una mastectomía en el pecho derecho. Luego comenzó la quimioterapia de octubre a febrero. Por último se le dio tres semanas de radioterapia hasta abril y le dijeron que tendría que hacerse chequeos regulares.

Fue entonces que el derroche increíble comenzó. “Empecé a tratar cada día como si fuera el último. Pensé que era posible que yo no esté aquí mucho más tiempo y quería gastar mucho en cosas para la familia y golosinas. Quería que nosotros disfrutáramos de las oportunidades y que quizás no podría hacerlo de nuevo.

Suzie tiene una personalidad muy ansiosa y el cáncer y el tratamiento empeoraron esa situación. “Me estaba comportando como una ganadora de la lotería, a excepción de que nunca había ganado la lotería”, dice ahora.

LES SALIÓ CARO
La ola de gastos comenzó inocentemente con un viaje a Devon en abril para un curso de escritura, con un precio razonable de 650 dólares.

Sin embargo, la familia decidió viajar más y visitaron Lichenstein, Barcelona, Colonia y Roma. El viaje más caro fue en abril de 2008, cuando Pedro y Suzie renovaron sus votos matrimoniales en una ceremonia de 1,500 dólares.

Luego, un día de fiesta para la pareja en Praga sumó unos 3 mil dólares y el total de los viajes resultó en casi 17 mil dólares.

También renovaron el cuarto de baño y la cocina por un total de 24.600 dólares. Pero las dos mayores extravagancias fue el Fiat Panda en abril de 2007 y un Subaru Forester en abril de 2008.

BUENAS NOTICIAS
El derroche de dinero se detuvo bruscamente cuando llegaron las buenas noticias para la salud de Suzie. Fue a un control tres meses después del tratamiento y le dijeron que no regrese hasta después de un año porque estaba bien.

“A la mañana siguiente me levanté sin pensar en el cáncer por primera vez en dos años. Algunos de los gastos pueden parecer un poco tontos, pero eran para darle ánimo a toda la familia. Todo había sido tan horrible mientras yo estaba con el tratamiento”.

Realmente, la enfermedad hace que uno se pregunte mucho sobre su futuro. Ahora nadie le quita lo bailado.

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