Su madre, una joven shanghainesa de 23 años, dio a luz hace unos días a una pareja de mellizos tras sólo 23 semanas y cuatro días de embarazo, pero el hermano de la niña murió a las pocas horas de su alumbramiento.
Un equipo de médicos y enfermeras especializados en cuidado infantil se ocupa del bebé, y trabaja para prevenir posibles infecciones, mantener estable su metabolismo y asegurar su nutrición, en un entorno que imita las mismas condiciones de humedad, luz y temperatura que el vientre de su madre.
El bebé prematuro más pequeño del mundo que consiguió sobrevivir nació en Chicago en 2004, y fue la hermana menor de una pareja de gemelas que al nacer pesó sólo 244 gramos.
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