Científicos de la Universidad de Utah han creado una tecnología capaz de rastrear los movimientos del ojo y reconocer así cuando alguien dice una mentira.
A diferencia del tradicional polígrafo (aparato que registra el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, etc), esta nueva tecnología mide las reacciones cognitivas de la persona y no las reacciones emocionales. Además, ya no es necesaria otra respuesta fisiológica para determinar si el sujeto está mintiendo. Y las pruebas han sido eficaces.

Una persona que miente muestra las pupilas más dilatadas y demora más tiempo en leer y contestar las preguntas. Dichas reacciones, que suelen pasar inadvertidas, necesitan mediciones sofisticadas y de una modelización estadística específica.

Se trata de una tecnología que en el futuro se podrá aplicar en criminalística y seguridad, debido a su mayor exactitud.

Los autores del proyecto trabajaron durante años en el rastreo ocular y han podido concretar su propuesta gracias a los avances tecnológicos. Ahora están desarrollando un programa informático específico y evaluando los métodos para aplicar estos test oculares de la mejor manera. Sin embargo, falta perfeccionar la tecnología.