02. The Doors.- La psicótica edición y el lenguaje visual tan químico de Oliver Stone hizo de esta película el mejor retrato de una banda de rock que se haya hecho jamás. La vida y el desenfado de Jim Morrison, uno de los más grandes astros del rock, tuvieron una biografía impecable en la que Val Kilmer sencillamente abusó de su talento para representar la personalidad ególatra del primer símbolo sexual del rock lisérgico. Para aquellos iniciados que quieren sentir la esencia del llamado “rey lagarto”.
03. 24 Hour Party People.- El humor negro y el sarcasmo elevado a la máxima potencia, el nacimiento del rock independiente británico y las posteriores resacas, todo eso y mucho más se plasman en esta oda de 115 minutos de rock y drogas llamada “24 Hour Party People”. Steve Cougan no pudo haber interpretado mejor al mítico Tony Wilson y la movida de Manchester (Joy Division, Happy Mondays y New Order) se convirtió en un personaje más de esta película documental sobre la era más brillante y autodestructiva de la música británica. Ideal para aquellos que creen que los ochenta fueron la mejor época de la música.
04. High Fidelity.- Uno de los lugares recurrentes en la mente del melómano común y corriente es una tienda de discos. “High Fidelity” lleva la afición de revisar CD’s y vinilos de segunda a una enaltecedora novela de amor en la que la representación del libro original al filme consiguió un resultado favorable. El actor Jack Black aparece para robarse el show por momentos, aunque John Cusack en el papel principal logra quizá el mejor papel de su carrera al transmitir con naturalidad la personalidad de un tipo que siempre mezcla los sucesos de su vida con alguna canción perdida en el tiempo. Para los que no hemos perdido la fe en los discos y el olor de los viejos long plays.
05. Trainspotting.- Aunque no se trate de una película sobre una banda de rock, de alguna disquera o de algún músico perdido en sus adicciones, esta representación de la celebrada novela de Irvine Welch de 1996 es sencillamente un viaje de rock and roll peligroso y brillante. Narrada en la peor Escocia de los últimos años, la cinta muestra a un grupo de adictos a la heroína que revelan sin tapujos sus miserias en medio del nacimiento de la cultura rave de los noventa y del brit pop más comercial. Iggy Pop resucitó gracias a esta película y la secuencia de persecución con el fondo de “Lust For Life” es quizás uno de los momentos rockeros más emocionantes de todos los tiempos. Para los que buscan mejores emociones.
06. Control.- La vida de Ian Curtis, el líder de Joy Divison, fue la inspiración de esta biopic dirigida por el talentoso realizador y fotógrafo holandés Anton Corbjin. Nuevamente fue Manchester la escogida para ilustrar la vida del suicida más talentoso de esa ciudad. Todo en blanco y negro y con una performance fascinante, a cargo de Sam Riley en el papel del malogrado vocalista. La depresión en la cinta se va acrecentando hasta llegar al final con el cuerpo de Curtis ahorcado por la miseria que sentía. Fue un justo homenaje a uno de los íconos del post punk.
07. The Wall.- En 1982 Pink Floyd había sobrepasado sus propias metas, era una banda gigantesca, su tour mundial era una monstruosidad logística y su música ya conocía las mieles del éxito. Sin embargo, lo que les faltaba era conquistar la gran pantalla. Roger Waters plasmó un nuevo capricho junto al director Alan Parker y consiguió, una vez más, adelantarse a su época. Sin una línea argumental y teniendo como base las canciones del disco doble conceptual, esta película es una odisea visual imprescindible para entender los límites de locura y arrogancia de una banda que nació para ser grande. Imperdible ver a joven Bob Geldof nadando en sueños lisérgicos.
08. School of Rock.- En los extras del DVD de “School Of Rock”, el actor Jack Black cuenta cómo el staff de la película le pidió a Jimmy Page -de rodillas- que cediera los derechos de “Inmigrant Song”, de Led Zeppelin, para esta comedia inofensiva que no esperaba el éxito masivo. Con este pequeño detalle nos damos cuenta de que el espíritu del filme era netamente melómano. “Escuela de Rock” narra la vida de un salón de clases influenciado por un enfermizo profesor adicto a la música, que consigue reivindicar el fenómeno social llamado rock and roll como el legendario lubricante para la rebeldía juvenil. Apta para todos.
09. Velvet Goldmine.- El glam rock es uno de los capítulos más radiantes del género. Velvet Goldmine lo tributa poniendo en primer plano al gran actor inglés Ewan McGregor (“Trainspotting”, “Stars Wars”, etc.) interpretando a una maquillada y andrógina estrella de rock envuelta en un asesinato. La película intenta versionar el romance (dizque real) entre David Bowie e Iggy Pop y todo lo que sucedió en torno a ello. Producida por Michael Stipe de R.E.M., la cinta cuenta con una banda de sonido de lujo, entre los que se encuenta Placebo, Pulp, Lou Reed, Brian Eno y T-Rex, que hacen que este viaje narcótico sea sencillamente adictivo. Imperdible.
10. Walk the Line.- Joaquín Phoenix y Reese Whiterspoon traducen fielmente la vida de una de las parejas del country más conflictivas. “El hombre de negro”, como era llamado Johnny Cash, fue un outsider en todo sentido, y la película -dirigida por James Mangold- cuenta el nacimiento de un nuevo tipo de cantante americano que ha de vencer episodios de una ira brutal, los estragos de la adicción y las tentaciones del estrellato, para descubrir la voz que haría de él un héroe para generaciones de seguidores, entre los que se cuentan las estrellas más grandes del rock contemporáneo. Ideal para aquellos que despotrican contra el country.
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