“El pollo peruano se está convirtiendo rápidamente en un ícono de la comida barata en el centro de la ciudad”. A través de este, los habitantes de distintas ciudades estadounidenses como la capital, New York o Chicago están al tanto de actividades culturales, restaurantes y tendencias.

Se lleva a cabo una batalla de comida rica y de precio cómodo: la americanísima hamburguesa vs. el peruanísimo pollo a la brasa.

Peruano para el mundo

Y es que la popularidad del pollo a la brasa en Washington se ha disparado y ya cuenta con varios restaurantes manejados por compatriotas donde se puede comer el delicioso plato nacional y, según varias encuestas, el favorito de los peruanos.

“Esta importación de Sudamérica, maravillosamente sazonada y con la piel crocante, ha sido aceptada alrededor de la ciudad, consiguiendo apasionados seguidores”. Sucede que la gente desea comer más sano y evitar las carnes rojas, por ello “el pollo peruano es una alternativa”.

En esta ciudad, así como en otras americanas, el plato peruano se ha visto acompañado algunas veces por elementos de otros países latinos, como los frejoles de Centroamérica, o plátanos fritos. Sin embargo, las papas fritas y el ají son los acompañantes perfectos y originales.

Sobre su competidor

La hamburguesa ya forma parte de la identidad norteamericana. Tiene la ventaja de la versatilidad, ya que se le acompaña con muchos ingredientes, desde queso y tocino, hasta guacamole, champiñones y papitas. La idea es que los ingredientes estén dentro de dos panes y que nunca falte un disco de carne frita.

Mientras se pueden encontrar hamburguesas en cualquier tipo de restaurante, el pollo a la brasa solo se come en los establecimientos peruanos.