Homero Simpson y los suyos ya no gustan como antes. Eso de acuerdo a la audiencia que los sigue cada noche en los hogares estadounidenses, con un descenso del 12% desde que comenzó la nueva temporada televisiva, el pasado mes de septiembre.

Son datos de Nielsen, que indican en general una tendencia muy negativa para un buen puñado de series de Fox, empezando por una de sus joyas, House, que de momento ha sufrido el mayor descalabro, con un 34% de caída en popularidad.

Tampoco ha habido buenas noticias para otras producciones de la cadena del magnate australiano Rupert Murdoch, con descensos para 'Padre de familia' y su creación hermana, 'El show de Cleveland', un 15 y un 31%, respectivamente.

Con esos datos en la mano, Fox ha quedado relegada a la tercera posición en cuestiones de audiencia en horario de máxima audiencia, con 3,7 millones de telespectadores de entre 18 y 49 años, 700.000 menos que el año pasado cuando ocupaban la primera plaza. Ahora ese puesto es para CBS, seguido por ABC.

Pese a los decepcionantes números, Fox anunció recientemente que Los Simpsons y sus variopintos vecinos de Springfield seguirán existiendo al menos una temporada más, todo un récord para una serie de dibujos animados que comenzó a emitirse en diciembre de 1989.

Otro que está salvando el panorama para Fox es Glee , el drama musical que se ha convertido en todo un fenómeno de masas en Estados Unidos. Ha arrancado fuerte su nueva temporada con un incremento del 39% en audiencia, situándose en el número cuatro de todas los programas de la televisión americana. Todo un respiro para el bueno de Homer Simpson.