El significativo hallazgo se realizó, tras cuatro meses de investigación, en el sitio arqueológico Qata Ccasapata Llacta, que significa “El poblado en la cima donde hace frío”, donde posiblemente residía gente dedicada al servicio de la elite incaica.
La arqueóloga Carmen Concha Olivera, residente del proyecto, indicó que los hallazgos también comprenden un adoratorio altar o pequeña huaca en uno de los recintos desenterrados, que posiblemente servía de lugar de culto para los pobladores. Subrayó que uno de los 12 entierros sería de un personaje importante, debido a parafernalia que se hallo con él.
Alrededor de la urna funeraria se encontró tres entierros de niños, posiblemente a manera de sacrificio, y otro de una mujer que quizá fue su pareja. Al lado de éstos se halló un incensario de piedras.
La mayoría de los entierros funerarios fueron encontrados en el interior de los recintos descubiertos y el resto debajo de patios, escaleras y caminos. Siete de los 12 entierros están en perfecto estado, en tanto los otros cinco fueron afectados por actos de huaqueo.
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