Manuel Saravia, director del IGL, señaló que los padres, maestros y autoridades tienen gran parte de responsabilidad en este problema, ya que “permiten que los menos accedan a estos contenidos, para los que aún no están preparados”. Apuntó que una consecuencia de ver estos contenidos es la confusión de los adolescentes sobre su sexualidad.
Añadió que el acceso a contenidos violentos y sexuales puede ocasionar problemas de aprendizaje, bajo rendimiento en la escuela, dificultades para entablar relaciones sociales, entre otros problemas.
El experto enfatizó que lo más peligroso es que los pederastas usan las páginas pornográficas para captar a menores de edad. Por ello, recomendó a los padres controlar el tiempo que sus hijos usan para navegar por Internet y bloquear los contenidos para adultos en sus computadoras.
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