Paco Plaza: Éramos conscientes de que la primera tuvo mucha repercusión, y queremos que los espectadores sepan que hemos hecho esta película con la única intención de seguir sorprendiendo y no defraudar. Ha sido un año entero de trabajo por ellos: antes que cineastas somos espectadores, y nos hemos bajado a la butaca para ofrecer algo que nos pareciera que merecía la pena.
Jaume Balagueró: Es una continuación, es cierto, es volver al momento en el que habíamos dejado ese edificio infernal. A partir de eso, de esa continuidad, es una película que ofrece mucho más de lo que ya había antes, con una serie de giros y sorpresas que la convierten en algo distinto. Es casi de otro género, más de acción que de terror.
También tiene mucho más humor.
P.P: Adentrándonse más en el terreno del fantástico, intenta ser más espectacular y divertida.
J.B: Lo primero, es un homenaje al género de terror en general. Un homenaje muy sentido, de dos auténticos apasionados del género. Pero, además, tiene un toque autoparódico muy importante. Como la primera parte, y por fortuna, la película no se toma a sí misma demasiado en serio. Pero aquí, toda esa broma es más sofisticada y desarrollada.
Tras el éxito de la primera entrega, ¿suponía mucha responsabilidad no ser acusados de hacer una secuela sólo por dinero?
J.B: No concebimos esta continuación por el dinero. Pensamos, "mira cómo se lo pasa el público, qué guay sería hacer la segunda y que vuelvan a disfrutar igual". La responsabilidad era esa, no defraudar, que todo volviera a ser como fue la primera: diversión pura.
P.P: En efecto, el objetivo era no defraudar. [REC] fue muy buen recibida, con mucho cariño. La gente nos devolvía reacciones muy positiva, nos preguntaba por el personaje de Manuela Velasco, por los enigmas, por las tramas... Pensamos que por qué no, nos apetecía continuar con la historia.
¿Los rodajes de ambas partes fueron similares?
P.P: La mayor diferencia es que la primera parte la rodamos en cuatro semanas, y ésta en seis. Técnicamente, la segunda parte ha sido mucho más compleja. El argumento ya no es unidireccional, con el reportaje televisivo, sino que se ofrecen diferentes visiones que amplian el mapa de la película. La arquitectura del guión también es más alambicada: mientras en la primera parte había momentos en los que no sabíamos muy bien hacía donde ir, en ésta ya teníamos una fórmula que funcionaba.
J.B: Ambos procesos han sido muy divertidos. El rodaje, el guión, la posproducción... Creo que son dos películas muy divertidas, tanto para verlas como para hacerlas. Pero sí, ésta es mucho más sofisticada. La primera era más ruda, mientras que ésta es técnicamente mucho más complicada. También el guión es más férreo: no podíamos dejar tanto a la improvisación, metemos más efectos especiales, planos más largos, más picados, secuencias con tres cámaras distintas...
Y abundantes referencias a clásicos del género.
P.P: En el final de la primera teníamos un elemento, el de la niña secuestrada por El Vaticano, que resultaba un buen hilo del que tirar. Teníamos varias posibles secuelas distintas: una precuela, una historia que no tuviese nada que ver... Pero al final tiramos por una historia parecida. En efecto, hay un claro referente que es El exorcista. Es un icono, una de las películas que más nos gusta de la historia del cine. Jugamos mucho con ello, incluso hay una cita literal... Es un homenaje, pero hay otros... ¡incluso nos dicen de algunos a películas que ni siquiera hemos visto! La cosa también está presente, pero nuestro gran modelo para hacer una secuela era Aliens. Era muy respetuosa con el concepto original pero cambiaba de género. Aquí pasa lo mismo: [REC] era un reportaje, y ésta es casi una verbena.
J.B: Es un homenaje muy sentido al género. Está lleno de referencias, muchas de ellas inconscientes, por y para los aficionados. Pero creo que, en realidad, en ella no miramos tanto hacia el pasado como hacia el fantástico. La primera parte era más realista, hablaba de una infección, mientras ésta se adentra en el género fantástico incluyendo más elemenos paranormales que estaban sugeridos en la primera entrega, pero en los que queríamos ahondar y entrar más a fondo.
Hay momentos en los que la película parece descontrolarse, ¿cómo mantuvieron el equilibrio?
J.B: La película es un carrusel, una montaña rusa de diversión que va como loca. Nos gustaba eso, que fuese desbocada, dando bandazos de un lado a otro en aras de la diversión y la complicidad con el espectador. Con ella vas a reírte, a asustarte, porque es un carrusel de emociones.
J.P: Uno de nuestros grandes referentes era el cine de terror de videoclub. Jaume y yo tenemos la misma edad, y hemos compartido la cultura de ir al vídeo y cogerte, con cuatro amigos, cuatro películas para ver por la noche porque no nos dejaban salir. Queríamos recuperar ese espíritu festivo. Y otra cosa: no hay nada mejor, antes acojonar a un espectador, que relajarle con un poco de humor. Y después, cuando menos se lo espera, tirarse al cuello.
Esos momentos divertidos son, por ejemplo, los relacionados con el personaje de Tito...
P.P: Eso fue aportacion de Manu Díez, el coguionista. Nosotros queríamos introducir personajes nuevos, pero eran de otro tipo, hasta que Manu nos remitió a varios vídeos en YouTube donde varios chavales se meten en la casa de la película. Quisimos devolverles el homenaje a esos chavales que acogieron la primera parte con mucho cariño.
J.B: En general, están inspirados en el mundo de internet. Nos interesaba esa obsesión por grabarlo todo: la gente ya no hace vídeos o fotos para disfrutar con amigos, sino para colgarlo y que los vean un montón de gente. A partir de ese hecho extraño y contaminante hemos querido crear esos personajes.
¿Y el de Manuela Velasco? ¿Cuándo decidieron volver a contar con el personaje y la actriz?
J.B: En cuanto nos sentamos a escribir la secuela sabíamos que tenía que tener importancia. La de Manuela era la cara reconocible, el icono de [REC], así que tenía que estar. Una de las premisas era que, al entrar de nuevo en el edificio, teníamos que encontrarla de nuevo.
P.P: Y nos parecía que el que hemos seguido era un giro muy interesante. Nos parecía simpático: nos preguntaban cómo aparecería, y estuvimos dándole muchas vueltas. Creo que la solución es bastante sorprendente.
Pregunta obvia: ¿habrá un [REC]3?
J.B: No tenemos intención, porque tenemos otros proyectos en la cabeza. De momento, no.
P.P: Yo te diría que quien sabe, porque al hacer la primera ya dijimos que nunca haríamos una secuela. La verdad es que, en principio, no tenemos ningún interés en hacerla, pero nosotros mismos no podemos evitar pensar, a veces, en cómo sería. Supongo que, dependiendo de cómo funcione [REC]2, habrá que tomar una decisión. Aunque la última palabra será del productor, seremos partícipes en la medida en que podamos aportar algo. Lo que está claro es que, si se hace algo, no será por exprimir el limón, sino porque tenemos algo muy interesante que contar.
0 comentarios:
Publicar un comentario