Centenares de indonesios cavaban una fosa para un entierro masivo en la ciudad de Padang, en Sumatra, donde un sismo de 7,6 grados sacudió la isla el último miércoles.

En tanto, los equipos de rescate en Padang señalaron que habían pocas posibilidades de encontrar a más sobrevivientes de un desastre en el que estiman que se elevará a 3.000 la cifra de muertos. Los socorristas han llegado al interior de la isla donde encontraron aldeas completamente destruidas por los derrumbes y sobrevivientes desesperados por comida y agua.

La ministra de Salud de Indonesia, Siti Fadillah Supari, señaló que la sanidad se está convirtiendo en una preocupación, especialmente en Padang, donde el hedor a descomposición sale de los edificios derrumbados.

En zona más remotas, la escala del desastre recién se está conociendo, ya que en algunos casos aldeas completas fueron arrasadas. “En las aldeas de Pariaman, estimamos que cerca de 600 personas murieron”, señaló Rustam Pakaya, director del centro de crisis del Ministerio de Salud.

La agencia de desastres de Indonesia informó que 20.000 edificios habían sido dañados en el sismo, resultando destruidas la mayoría de las oficinas de Gobierno. En una muestra del lento retorno a la normalidad, las tiendas volvieron a abrir en algunas zonas de Padang