La controvertida indumentaria es en realidad un traje de preso, una máscara de extraterrestre y una ‘green card’. Esto ha sido tomado como una “ofensa” por grupos proinmigración en territorio estadounidense, en donde se estima que hay unos 12 millones de ilegales.
“Es un traje desagradable que obviamente perjudica la sensibilidad del inmigrante, especialmente la del indocumentado, al que se llama peyorativamente “illegal alien” en este país”, señala una organización que defiende la inmigración.
Tras recibir cientos de cartas de protestas de parte de distintas organizaciones, centros comerciales como la cadena Target retiraron este fin de semana el disfraz, que vendían por su página web.
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