Luego viajó hasta Perú y tomó un avión de Lima a Estocolmo; recorrió el norte de Europa hasta agosto del 2000, antes de volar a África y pedalear durante más de un año por la costa oeste del continente negro.
Sus siguientes destinos fueron Australia, Nueva Zelanda y Argentina, país que alcanzó en junio de 2003.
Los 100.000 kilómetros de viaje los cumplió en el 2006 en Lituania, desde donde fue a Rusia, Georgia, el sur de Europa, de nuevo África y Sudamérica y finalmente Asia hasta la ciudad japonesa de Osaka, su meta final, que alcanzó hace unos días, a la edad de 39 años. Atravesó 130 países de los cinco continentes.
Durante el viaje ha cambiado 82 neumáticos, 15 cadenas y cinco pedales de su bicicleta, además de arreglar más de 300 pinchazos.
El periplo le ha dejado además innumerables anécdotas, como cuando conoció a Pelé en la ciudad brasileña de Santos, se entrevistó con Sir Edmund Hillary en Auckland (Nueva Zelanda) o pasó noche en una celda en Sudáfrica porque un policía le ofreció quedarse allí para resguardarse de la lluvia.
Entre las experiencias más duras, según relata al diario "The Daily Yomiuri", estuvieron los días que pasó en Tbilisi cuando estallaron las hostilidades entre Rusia y Georgia, en 2008, y las afueras de la ciudad fueron bombardeadas por aviones rusos.
"Lo más valioso que he ganado durante mi viaje son los amigos que he hecho en todo el mundo", sostiene Nakanishi, que espera que próximamente le visiten en Japón amigos de España y Polonia.
Ahora el objetivo de este aventurero es encontrar un trabajo "normal" mientras escribe y da charlas sobre su experiencia, según el rotativo.
Sus siguientes destinos fueron Australia, Nueva Zelanda y Argentina, país que alcanzó en junio de 2003.
Los 100.000 kilómetros de viaje los cumplió en el 2006 en Lituania, desde donde fue a Rusia, Georgia, el sur de Europa, de nuevo África y Sudamérica y finalmente Asia hasta la ciudad japonesa de Osaka, su meta final, que alcanzó hace unos días, a la edad de 39 años. Atravesó 130 países de los cinco continentes.
Durante el viaje ha cambiado 82 neumáticos, 15 cadenas y cinco pedales de su bicicleta, además de arreglar más de 300 pinchazos.
El periplo le ha dejado además innumerables anécdotas, como cuando conoció a Pelé en la ciudad brasileña de Santos, se entrevistó con Sir Edmund Hillary en Auckland (Nueva Zelanda) o pasó noche en una celda en Sudáfrica porque un policía le ofreció quedarse allí para resguardarse de la lluvia.
Entre las experiencias más duras, según relata al diario "The Daily Yomiuri", estuvieron los días que pasó en Tbilisi cuando estallaron las hostilidades entre Rusia y Georgia, en 2008, y las afueras de la ciudad fueron bombardeadas por aviones rusos.
"Lo más valioso que he ganado durante mi viaje son los amigos que he hecho en todo el mundo", sostiene Nakanishi, que espera que próximamente le visiten en Japón amigos de España y Polonia.
Ahora el objetivo de este aventurero es encontrar un trabajo "normal" mientras escribe y da charlas sobre su experiencia, según el rotativo.
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