Harry Potter, de 20 años, cuenta que todo el tiempo tiene que mostrar su pasaporte para que autoridades y hasta su enamorada crean que ese es su verdadero nombre. “Nadie me cree cuando digo mi nombre. A mi novia tuve que enseñarle mi pasaporte, mi tarjeta de crédito y mi carnet de conducir para convencerla”, asegura en declaraciones al Daily Mail.
Cuando nació Harry Potter, el personaje no existía, y su madre Tracey Shaw, de 47 años, nunca se imaginó que el nombre que escogió para su primogénito se convirtiera en un éxito mundial. El Harry Potter real pensó que no tendría problemas cuando salió el libro, pero ahora no puede decir su nombre en público* sin que alguien se ría o le pida hacer un truco de magia.
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