“Entre los licenciados del Ejército que estábamos con Sendero Luminoso, sabíamos que había un capitán de la institución que vendía fusiles, granadas y munición”, reveló ‘Silverio’ a la periodista Doris Aguirre de la Unidad de Investigación del diario La República.

“Ese capitán tenía una red de armeros que le proporcionaba el equipamiento”, señala “Silverio”. En tanto César”. Según este diario “en el Vrae ese negocio es muy lucrativo porque los senderistas pagan mucho dinero. El narcotráfico y el cupo que pagaban los madereros proveían de bastante capital para comprar armamento. Quien más paga por las armas es Sendero, por eso los traficantes se arriesgan, incluidos los del Ejército”.

Por razones de seguridad, no se menciona el nombre del militar involucrado en la venta de pertrechos a los terroristas. Pero el caso no es aislado, porque el mismo diario informó recientemente que la Policía descubrió que el suboficial EP Carlos Jiménez, del cuartel Los Cabitos, en Huamanga, envió una encomienda con 50 granadas RPG a un traficante que a su vez era proveedor de los senderistas en el Vrae. ‘César’, también entrevistado por La República, corroboró la versión de ‘Silverio’.

“Una parte de las armas se consigue con los golpes al Ejército y a la Policía, es cierto. Los ataques son para eso, para capturar los fusiles Galil, las ametralladoras, los lanzagranadas –explicó  ‘César’–. Sin embargo, debido a nuestras necesidades de contar con más pelotones armados, el ‘camarada José’ mandaba a comprar. En la organización teníamos contactos”. “Por esa razón las compañías están muy bien armadas”, añadió  ‘Silverio’.

“He visto fusiles AKM, Galil y FAL, ametralladoras PK, lanzagranadas o lanzapepas y cohetes RPG. Además, pistolas automáticas y retrocargas. Cuentan con excelentes tiradores, la mayoría licenciados del Ejército. El mejor armamento está en poder de ‘José’, ‘Raúl’ y ‘Alipio’.

 “Es cierto, Sendero paga bien por las armas porque tiene dinero del narcotráfico”, reitera ‘César’.

Tanto  ‘César’ y ‘Silverio’ son dos licenciados del Ejército que fueron reclutados por terroristas que hoy se denominan el “Militarizado Partido Comunista del Perú M-L-M”. Ambos se acogieron a la ley de colaboración eficaz.

“He sido testigo de muchas muertes. Me refiero a quienes fueron aniquilados cuando intentaron desertar, como el compañero ‘Carlos’. Cuando fue descubierto que planeaba huir, lo asesinaron por orden de ‘Alipio’”, indicó.

Otro caso fue de ‘Basilio’. Cuando se le escapó un tiro de casualidad y el disparo cayó cerca de ‘Alipio’, este lo acusó de haber intentado matarlo y, frente a todos, le metió un tiro en la cabeza.

“‘Alipio’ es muy sanguinario, no tiene miedo y sin asco te mata”, continuó ‘Silverio’. También mató a ‘Fortunato’, a quien le disparó en la cabeza sólo porque se había fugado su cuñado Walter e intentó llevarse un fusil AKM. Alipio mataba por cualquier cosa.