Chi Cygni se ha vuelto gigante y de color rojo, y es capaz de tragarse cualquier planeta a la distancia que separa el Sol de Marte. Además, late una vez cada 408 días, como si fuera un corazón gigante. Las imágenes que se han captado muestran los detalles.
A medida que se expande, Cygni se hace más fría y oscura, creciendo en diámetro hasta los 480 millones de millas, suficente como para engullir y asar hasta el cinturón de asteroides de nuestro sistema si se tratase del Sol.
“Hemos creado esencialmente una animación del pulso de una estrella a partir de imágenes reales. Nuestras observaciones muestran que la pulsación no solo es radial”, señaló Sylvestre Lacour, del Observatorio de París.
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