Pero, como siempre, si el montaje está bien llevado, uno termina olvidando lo de las masas, que es lo que ocurre con esta versión del Ballet Municipal bajo la dirección de Lucy Telge de Linder y que se realiza en el teatro Segura desde 1988, Navidad tras Navidad.
FICCIÓN. Cascanueces es una historia que transcurre en una remota Navidad del siglo XIX: una niña que recibe un pobre regalo –un ridículo muñeco cascanueces en vez de una marioneta– y que, aun así, decide conservarlo. De pronto, en medio de la noche, el muñeco se transforma en un príncipe con quien vivirá algunas aventuras que amenazan con echar a perder las fiestas. Esa es, en resumen, la historia, que termina cuando la niña se da cuenta de que, en realidad, todo ha sido un sueño y que ni muñeco ni príncipe existen.
Para otra vez será.
MÚSICA. La obra fue concebida por un oscuro escritor llamado Ernst Hoffman en 1816 y, originalmente, se llamó El Cascanueces y el rey de los ratones. Después, Alejandro Dumas padre –de quien se dice que pagaba para que otros escribieran los libros que, luego, él firmaría– la adaptó en una versión distinta. Pero la historia no tendría el éxito mundial de hoy de no ser por Tchaikovski, quien recibió el encargo de componer la música de esta pieza dirigida por Marius Petipa y que se estrenó en 1892, en San Petersburgo, la vieja capital de Rusia. Paradójicamente, y pese a que, hoy, su nombre suele asociarse a esta representación, ahora se sabe que Tchaikovski nunca estuvo contento por su trabajo con Cascanueces. Prefería el que hizo con La bella durmiente del bosque. Pero esa es ya otra historia (y no de Navidad).
DATOS
Lugar: Teatro Segura (jirón Huancavelica 265, Lima).
Hora: V, 7:30 p.m.; S, 6:30 p.m.; D, 11:30 a.m., y V 25 a las 6:30 p.m. Va hasta el 27 de diciembre.
Entrada: Teleticket.
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