Todos conocemos a alguien que ha ganado un premio "gordo" en la lotería o en algún otro juego de azar. Son conocidos los casos de pasajeros que llegan tarde a un aeropuerto y pierden el avión que horas más tarde se estrellará. Tampoco es infrecuente que alguien encuentre una cuantiosa suma de dinero en la calle. En la otra cara de la moneda están aquellos cuya suerte no ha sido buena sino todo lo contrario.
Es la "buena estrella", entendida como algo excepcional y simbolizada por el famoso trébol de cuatro hojas. Algo tan excepcional que está presente en la Naturaleza a razón de uno por cada diez mil tréboles normales y, según la leyenda, símbolo de las cuatro cosas que todas las personas anhelamos o necesitamos: esperanza, fe, amor y suerte.
Así entendida, la suerte es algo tan raro como estos peculiares tréboles. Pero existe otra suerte que depende menos de la casualidad y de la providencia, inspirada en el esfuerzo y la constancia. Y ésta puede propiciarse.
"Solemos pensar en la suerte como algo externo a nosotros, que algunos afortunados tienen y de la que otros, la mayoría de la gente, carecen. Pero podemos descubrir que la suerte es una condición vital con la que todos nacemos, diferente en cada persona, pero que podemos desarrollar si queremos y sabemos cómo hacerlo", señala Vicente Cassanya, autor del libro "Tu suerte. El secreto para conseguirla".
Para el autor nuestra suerte se basa en siete pilares: los sentimientos, los pensamientos, nuestra capacidad de atraer la suerte, el reconocimiento de nosotros mismos y de las señales que nos envía el universo, nuestra respuesta a las circunstancias considerándolas positivas o negativas, y la "magia que hay en nosotros mismos cuando nos decidimos a ser quienes somos".
También depende de nuestro cuerpo, que según Cassanya "tiene una sabiduría innata: si sintonizamos con nuestras sensaciones, veremos cómo nuestro cuerpo protesta en determinadas situaciones o ante personas que nos perjudican, y cómo reacciona positivamente ante lo que sí nos beneficia".
"Prestar atención a nuestro cuerpo y descubrir su lenguaje, nos ayuda a ir tomando las decisiones más adecuadas, lo cual fomenta nuestra buena suerte", ha declarado este experto a la revista especializada "Psicología Práctica".
Otra de las maneras de atraer lo que queremos es la visualización; es decir, ponerlo en imágenes en nuestra mente, con lo que "según este experto- "estamos enviando al universo un mensaje claro de lo que nosotros buscamos".
Una de las técnicas que propone este experto para fomentar la visualización consiste en hacer un "collage" con recortes de revistas donde se muestre lo que deseamos conseguir (objetos, viajes, pareja, salud) y tenerlo a la vista todo lo posible. De esta manera creamos nuestro propio panel de la suerte, que actuará como un imán atrayendo hacia nuestra vida lo necesario para hacer realidad nuestros sueños.
Por otra parte, señala Cassanya, "cuando queremos algo y damos el primer paso para conseguirlo, el universo conspira en nuestro favor. Nos envía señales que, si somos capaces de detectarlas, nos indicarán por dónde continuar. Las supuestas casualidades o sincronías que surgen a nuestro paso son las mejores pistas de que vamos por el camino correcto".
Además, confirma el experto, "si nos esforzamos por darle al mundo lo mejor de nosotros mismos, después no debemos hacer nada más. Sólo relajarnos y dejar de intentar controlar todo con nuestra mente. Hemos de confiar en que lo bueno llegará a nuestra vida sin obsesionarnos por la forma en que lo hará".
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