Beckenbauer
Con él, la defensa se convirtió en un arte. Un auténtico líder que guió a Alemania a ganar el Mundial de 1974. El 'Kaiser' fue el perfecto ejemplo de cómo un partido se gana desde la defensa. Fue además el creador de la posición de líbero, una novedad que en su día hizo estragos en las delanteras rivales: todas caían en fuera de juego.
Bobby Charlton
El alma de Inglaterra. Un ejemplo dentro y fuera del campo. Su exquisita técnica le hizo ser internacional con los 'pross' en más de un centenar de ocasiones. Su gran ocasión le llegó en 1966, cuándo ganó la única Copa del Mundo que posee Inglaterra hasta la fecha.
Pelé
Simplemente 'O Rei'. El primer goleador nato de la historia, sus cifras le preceden: más de 1.000 goles en toda su carrera. 95 con la selección. Pelé revolucionó el fútbol con su remate, único en el mundo. Las defensas rivales le temían y sólo sabían pararle de una manera: a patadas. Fue campeón en tres ocasiones.
Cruyff
'El Flaco' fue otro adelantado a su época. Sin embargo, se quedó a las puertas de ganar el Mundial de 1974, al caer contra la Alemania de Beckenbauer en la final. Dotado de una exquisita técnica, Cruyff fue el abanderado de la 'Naranja Mecánica' de Rinus Michels, el creador del 'fútbol total'. Jugaba de todo y siempre marcaba.
Maradona
Hasta su llegada, nadie discutía a Pelé cómo el número 1. 'Diegol', 'D10s' o, simplemente, Maradona. La historia del astro argentino está llena de éxitos y caídas. De fracasos y triunfos. Pero lo que nadie le discute es que fue único. Lo tenía todo, regate, remate, técnica, gol... Algo que demostró en el inolvidable partido ante Inglaterra... Suyo es el mejor gol de la historia de los mundiales. Genio, genio...
Zidane
La clase. Capaz de reinventar la 'ruleta' y convertirla en su seña de identidad. Goleador, fajador, pasador... Los adjetivos se quedan cortos para definir a 'Zizou'. Uno de esos jugadores que hacían mejor a sus compañeros. Zidane llevó a Francia al título en 1998 y se quedó a las puertas de reverdecer laureles en 2006, pero su acción ante Materazzi condenó a los suyos.
Yashin
'La araña negra'. Junto a Zamora, el mejor portero de todos los tiempos. Yashin fue el principal responsable de la irrupción de la URSS cómo una selección potente allá por los años 60. El único guardameta que ha ganado el 'Balón de Oro' no tuvo suerte en los cuatro mundiales que disputó. Para el recuerdo, una frase suya al llegar a España: "¿Dónde está Zamora? Quiero conocerle."
Rossi
Paolo Rossi es el mejor ejemplo de que el gol no siempre está acompañado de la calidad. Llegó al Mundial de 1982 casi de tapado, pero sin él Italia no hubiese ganado la Copa del Mundo. Paolo o 'Pablito' marcó seis goles en el torneo, tres de ellos en el inolvidable Brasil-Italia de cuartos de final (3-2) jugado en Sarriá.
Zico
También apodado el 'Pelé blanco', Zico fue un referente para toda una generación de futbolistas brasileiros que no vieron jugar a Pelé. Por desgracia, no consiguió alzar nunca la Copa del Mundo, pero su calidad, su olfato de gol y humildad inspiraron a los brasileños que le sucedieron. Muchos le imitaron, pero ninguno le superó del todo.
Platini
Líder de la inolvidable Francia de los años 80, nunca ganó un Mundial, pero en Europa no tuvo rival. Tres participaciones en los mundiales y un tercer puesto son su mejor aval, pero aún así es historia viva. Platini fue el prototipo del '10' europeo, que Zidane mejoraría años después: clase, disparo, fuerza y una visión de juego privilegiada eran sus armas.
Milla
Roger Milla sorprendió a propios y extraños en el Mundial de Italia 1990, cuándo a sus 38 años llevó a Camerún a su mejor puesto en la historia, cuartos de final. El precursor de los goleadores africanos, era todo corazón en el campo, aunque no le faltaba calidad. Y es que su olfato de gol le precedía. Los Eto'o, Drogba o Adebayor le deben la fama que tienen ahora los 'pichichis' africanos.
Kempes
'El Matador' ha sido, con permiso de Gerd Müller, el mejor goleador de la historia de los mundiales. El Mundial de 1978 lo ganó Argentina en gran medida gracias a sus seis goles en el torneo. Un todoterreno del área, un goleador hábil, un incordio para las defensas rivales. En definitiva, el gol.
Garrincha
La 'alegría de Brasil' era, simplemente, el regate o el 'gambeteo'. Su mala vida le llevó a la muerte a los 49 años, pero en la historia quedan sus regates, sus fajas imposibles. Es el prototipo del brasileño regateador e integrante de uno de los mejores Brasil de la historia, el de 1958. Ganó dos Copas del Mundo y dejó un recuerdo imborrable.
Eusebio
'La pantera negra' nació en Mozambique, pero se convirtió en una leyenda con la selección portuguesa. La suya es la historia de una ambición que no llegó a transformarse en título por la falta de calidad de sus compañeros. Aún así, terminó tercero en el Mundial de Inglaterra. Eusebio no parecía un delantero, no jugaba en punta, pero era un goleador por encima de todo.
Con él, la defensa se convirtió en un arte. Un auténtico líder que guió a Alemania a ganar el Mundial de 1974. El 'Kaiser' fue el perfecto ejemplo de cómo un partido se gana desde la defensa. Fue además el creador de la posición de líbero, una novedad que en su día hizo estragos en las delanteras rivales: todas caían en fuera de juego.
Bobby Charlton
El alma de Inglaterra. Un ejemplo dentro y fuera del campo. Su exquisita técnica le hizo ser internacional con los 'pross' en más de un centenar de ocasiones. Su gran ocasión le llegó en 1966, cuándo ganó la única Copa del Mundo que posee Inglaterra hasta la fecha.
Pelé
Simplemente 'O Rei'. El primer goleador nato de la historia, sus cifras le preceden: más de 1.000 goles en toda su carrera. 95 con la selección. Pelé revolucionó el fútbol con su remate, único en el mundo. Las defensas rivales le temían y sólo sabían pararle de una manera: a patadas. Fue campeón en tres ocasiones.
Cruyff
'El Flaco' fue otro adelantado a su época. Sin embargo, se quedó a las puertas de ganar el Mundial de 1974, al caer contra la Alemania de Beckenbauer en la final. Dotado de una exquisita técnica, Cruyff fue el abanderado de la 'Naranja Mecánica' de Rinus Michels, el creador del 'fútbol total'. Jugaba de todo y siempre marcaba.
Maradona
Hasta su llegada, nadie discutía a Pelé cómo el número 1. 'Diegol', 'D10s' o, simplemente, Maradona. La historia del astro argentino está llena de éxitos y caídas. De fracasos y triunfos. Pero lo que nadie le discute es que fue único. Lo tenía todo, regate, remate, técnica, gol... Algo que demostró en el inolvidable partido ante Inglaterra... Suyo es el mejor gol de la historia de los mundiales. Genio, genio...
Zidane
La clase. Capaz de reinventar la 'ruleta' y convertirla en su seña de identidad. Goleador, fajador, pasador... Los adjetivos se quedan cortos para definir a 'Zizou'. Uno de esos jugadores que hacían mejor a sus compañeros. Zidane llevó a Francia al título en 1998 y se quedó a las puertas de reverdecer laureles en 2006, pero su acción ante Materazzi condenó a los suyos.
Yashin
'La araña negra'. Junto a Zamora, el mejor portero de todos los tiempos. Yashin fue el principal responsable de la irrupción de la URSS cómo una selección potente allá por los años 60. El único guardameta que ha ganado el 'Balón de Oro' no tuvo suerte en los cuatro mundiales que disputó. Para el recuerdo, una frase suya al llegar a España: "¿Dónde está Zamora? Quiero conocerle."
Rossi
Paolo Rossi es el mejor ejemplo de que el gol no siempre está acompañado de la calidad. Llegó al Mundial de 1982 casi de tapado, pero sin él Italia no hubiese ganado la Copa del Mundo. Paolo o 'Pablito' marcó seis goles en el torneo, tres de ellos en el inolvidable Brasil-Italia de cuartos de final (3-2) jugado en Sarriá.
Zico
También apodado el 'Pelé blanco', Zico fue un referente para toda una generación de futbolistas brasileiros que no vieron jugar a Pelé. Por desgracia, no consiguió alzar nunca la Copa del Mundo, pero su calidad, su olfato de gol y humildad inspiraron a los brasileños que le sucedieron. Muchos le imitaron, pero ninguno le superó del todo.
Platini
Líder de la inolvidable Francia de los años 80, nunca ganó un Mundial, pero en Europa no tuvo rival. Tres participaciones en los mundiales y un tercer puesto son su mejor aval, pero aún así es historia viva. Platini fue el prototipo del '10' europeo, que Zidane mejoraría años después: clase, disparo, fuerza y una visión de juego privilegiada eran sus armas.
Milla
Roger Milla sorprendió a propios y extraños en el Mundial de Italia 1990, cuándo a sus 38 años llevó a Camerún a su mejor puesto en la historia, cuartos de final. El precursor de los goleadores africanos, era todo corazón en el campo, aunque no le faltaba calidad. Y es que su olfato de gol le precedía. Los Eto'o, Drogba o Adebayor le deben la fama que tienen ahora los 'pichichis' africanos.
Kempes
'El Matador' ha sido, con permiso de Gerd Müller, el mejor goleador de la historia de los mundiales. El Mundial de 1978 lo ganó Argentina en gran medida gracias a sus seis goles en el torneo. Un todoterreno del área, un goleador hábil, un incordio para las defensas rivales. En definitiva, el gol.
Garrincha
La 'alegría de Brasil' era, simplemente, el regate o el 'gambeteo'. Su mala vida le llevó a la muerte a los 49 años, pero en la historia quedan sus regates, sus fajas imposibles. Es el prototipo del brasileño regateador e integrante de uno de los mejores Brasil de la historia, el de 1958. Ganó dos Copas del Mundo y dejó un recuerdo imborrable.
Eusebio
'La pantera negra' nació en Mozambique, pero se convirtió en una leyenda con la selección portuguesa. La suya es la historia de una ambición que no llegó a transformarse en título por la falta de calidad de sus compañeros. Aún así, terminó tercero en el Mundial de Inglaterra. Eusebio no parecía un delantero, no jugaba en punta, pero era un goleador por encima de todo.
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