Desde películas estadounidenses que romperán récords de taquilla hasta filmes sobre temas difíciles como la violencia doméstica, pasando por cortos caseros hechos en ordenadores, el Festival de Annecy demuestra que el apetito por el cine de animación aumenta.
En el Festival, que se celebra a orillas de las cristalinas aguas del lago de Annecy, coexisten "Shrek 4", "Toy Story 3D", y la melancólica "El Ilusionista", del francés Sylvain Chomet, que se estrenó en la gala de inauguración, cautivando al público con la poesía de sus dibujos.
La sátira "Boggie el Aceitoso" del argentino Gustavo Cova, inspirado en las caricaturas de Roberto Fontanarrosa, y la también argentina "Mercano, el marciano", un relato de ciencia-ficción de Juan Antín, contrastan con fáciles producciones de China, potencia emergente en la animación, con 6.000 compañías y más de 200.000 personas trabajando en este sector.
Las intrigantes ilustraciones de "Los Extraños presagios de León Prozak", un filme en la selección oficial de Annecy, del colombiano Carlos Santa, en el que el héroe alquila su cabeza a Mefistófeles, no tiene nada que ver con la japonesa "Redline", sobre la carrera de carros clandestina más peligrosa del mundo, que destila técnica y más técnica.
En varios filmes, la violencia de la sociedad está presente, pero las maneras de abordarla son totalmente distintas, como en la croata "Duga", donde una niña afectada por la crueldad del mundo que la rodea quiere pasar del otro lado del arco iris.
En el hermoso corto "Angry Man", de la noruega Anita Killi, que compite en la sección de cortometrajes, los dibujos son líricos, pero transmiten con fuerza el miedo de un niño de que su colérico padre mate a su madre.
"Todas las técnicas de la animación, todos los estilos, todos los temas, están presentes en Annecy", resume Serge Bromley, director artístico del Festival, que fue lanzado hace 50 años porque el Festival de Cannes, en el sur de Francia, no hacía mucho caso al cine de animación.
"En estos 50 años, muchas cosas han cambiado, pero no se ha aminorado la pasión por la animación ni la curiosidad por nuevos técnicas y estilos. Por el contrario, va en aumento", dijo.
El Festival de Annecy incluye desde 1985 un mercado, el MIFA (Mercado internacional de Cine de Animación) que abrió este jueves sus puertas a productores, distribuidores, compradores y cineastas independientes en un lujoso hotel a orillas del lago.
En el MIFA "se empiezan a negociar los proyectos que luego se verán en las pantallas en unos dos años", explicó a AFP el presidente del mercado, Mickael Marin, que dice que este año hay cerca de 1.800 inscritos. "Es un buen año, hay una fuerte presencia, y el buen clima ayudará a que se hagan muchos negocios", dijo, optimista.
En los diferentes "stands" del MIFA, países de todos los continentes promueven sus producciones, sus técnicas y sus creadores.
Japón, uno de los pesos pesados en este campo pero consciente de sus nuevos rivales en Asia, indica que va a lanzar un fondo de 111 millones de dólares para apoyar la animación y promover la exportación.
Al MICA han venido también cineastas independientes, como el colombiano Juan Carlos Concha, que han traído bajo el brazo sus proyectos, con la esperanza de encontrar un productor que haga posible sus sueños.
Concha cuenta a AFP que el filme que quiere hacer, "Flora", relata el viaje de un científico alemán a Colombia, su encuentro con un botánico colombiano y el descubrimiento de la maravillosa flora. "Espero encontrar un productor. Además, el tema del medio ambiente está de moda", dice.
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