En la secuencia se pude ver cómo Lola, la gata, se sube a una valla y se acerca a la mujer, identificada como Mary Bale. Tras unos arrumacos y sin motivo alguno, la señora coge al felino y lo arroja a un cubo de basura cercano.
Quince horas después, el dueño consiguió encontrar a Lola gracias a los maullidos. Posteriormente revisó la grabación de las cámaras de seguridad hasta descubrir lo que había sucedido. La Policía ha dicho que el vídeo puede servir como prueba para acusar a Mary Bale de crueldad contra los animales.
Bale se ha justificado con una serie de declaraciones realizadas al dirario The Sun en las que reconoce que lo que hizo está mal pero que no entiende el revuelo montado en torno al suceso, ya que fue un momento de locura y "al final es sólo un gato".
"Estaba allí jugando con ella y de pronto pensé que podía ser divertido echarla al cubo. Pensé que sería divertido, nunca creí que se fuera a quedar atrapada", dijo Mary Bale.
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