Los resultados del estudio, coordinado por los doctores Miguel López y Carlos Diéguez, de la Universidad de Santiago de Compostela de España), en colaboración con el grupo del doctor Antonio Vidal-Puig, de la Universidad de Cambridge, suponen un adelanto en el campo de la regulación de la masa corporal y la obesidad.
No obstante, viene a demostrar que es posible actuar a nivel hipotalámico, mediante métodos farmacológicos o genéticos, y revertir los efectos nocivos del hipertiroidismo sobre el peso corporal, así como inducir a la pérdida de peso, indica la nota del grupo investigador español, del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn).
EL ROL DE LAS HORMONAS TIROIDEAS
Las hormonas tiroideas regulan el balance energético actuando a nivel de una zona del encéfalo, el hipotálamo, especializada en la regulación endocrina, la ingesta y la masa corporal.
Los investigadores de Ciberobn han demostrado que estas hormonas modulan el metabolismo lipídico (de las grasas) en el hipotálamo y como consecuencia de este efecto se estimula la actividad nerviosa que inerva el tejido adiposo pardo, donde se incrementa la expresión de genes implicados en la producción de calor corporal.
Aunque tradicionalmente se ha considerado que en humanos el tejido adiposo pardo era únicamente importante en recién nacidos, datos obtenidos en el último año ponen de manifiesto su relevancia en la modulación de la masa corporal también en adultos, según Ciberobn.
Los pacientes con elevados niveles de hormonas tiroideas, una patología conocida como hipertiroidismo, se caracterizan por presentar delgadez, a pesar de presentar una elevada ingesta, como consecuencia de un elevado gasto energético.
Hasta la fecha, se pensaba que dicho incremento en el gasto energético inducido por las hormonas tiroideas era causado por su acción directa sobre tejidos periféricos.
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