Hubo una época cuando teníamos que cargar dos baterías para lograr utilizar a un celular durante todo el día. Poco tiempo después surgieron los celulares menores y con baterías que duraban más. No tardó mucho para que mucha gente adoptara la moda de los teléfonos móviles y con eso aparecieron los dispositivos con pantalla colorida.

Un día estábamos simplemente hablando a través del teléfono, en otro empezamos a mandar mensajes e incluso a acceder a una forma rudimentaria de internet. Algunos empezaron a llamar a estos dispositivos de “dumbphones” (teléfonos tontos), pero eso solamente ocurrió después que surgieron los smartphones (teléfonos inteligentes). Estos sí, son conocidos por nosotros, al fin y al cabo, vivimos en una época donde lo mínimo aceptable es un dispositivo que presente GPS, Wi-Fi y procesador gráfico.

Lo que ocurre es que desde hace algún tiempo apareció el término “superphone”. Sin embargo, mucha gente no tiene ni idea de lo que estos dispositivos representan. Al fin y al cabo, si el smartphone ya presentaba un sistema operativo y contaba con configuraciones de hardware excelentes que permitían el funcionamiento de diversos tipos de juegos, ¿para qué sería necesario un título además de smart?

Esto es lo que vamos a ver en este artículo, un texto esencial para que puedas acompañar la evolución de los dispositivos portátiles que van a estar en nuestros bolsillos en un futuro bastante próximo.

Y así surgió el “Súper”...

La palabra apareció cuando Nexus One fue lanzado, aún en el 2010. El dispositivo, que era fabricado por HTC y recibía el sistema Android 2.1, impresionaba en todos los sentidos, pero ¿qué garantizó el cambio del prefijo “smart” para “súper”? En declaraciones oficiales, Google y algunos responsables por el desarrollo de Android justificaron que un superphone debería presentar un sistema de código abierto y a la vez presentar un alto desempeño.
¿Y no existían dispositivos con esas características? Otros dispositivos ya habían sido lanzados con Android y presentaban configuraciones de hardware interesantes. Sin embargo, algunos creen que el término “superphone” fue más utilizado como una forma de llamar la atención para el dispositivo de Google, al fin y al cabo, Nexus One fue el primer dispositivo oficial de la empresa.

Desde entonces, muchos otros empezaron a recibir el título de superphone, pero no todos, puesto que los fabricantes empezaron a darse cuenta que solamente dispositivos “top” deberían ganarse el apodo. De esta manera, las especificaciones de hardware más absurdas, en el buen sentido, empezaron a aparecer.

Actualmente el término superphone es utilizado para designar dispositivos con procesador dual-core y con chip gráfico dedicado (GPU).
Además, entre sus características deben estar listados los siguientes recursos: pantalla de altísima resolución y calidad (generalmente AMOLED o semejantes), cámaras de alta calidad con foco automático y los más variados recursos, diversos tipos de sensores — como acelerómetro, giroscopio y magnetómetro —, alta capacidad para almacenamiento (16 GB por lo menos), GPS, 3G (o incluso 4G) y compatibilidad con redes inalámbricas del tipo 802.11n.

Y esto no es todo: el término se extendió con respecto a los programas. El hardware debe ser capaz de ejecutar los programas más robustos, trabajar con aplicaciones 3D, administrar con alta velocidad una interfaz llena de efectos e incluso reproducir videos en HD (Alta Definición). Si tu smart no hace nada de eso, entonces él no se encaja entre los superphones.

El Súper de hoy es el Smart de mañana

Después de todo esto, queda difícil entender la razón de Google Nexus One ser considerado un superpone, puesto que no atiende a buena parte de los requerimientos mencionados anteriormente. Actualmente Nexus One no se puede más ser considerado como un superphone, pero a la época de su lanzamiento lo era, incluso sin tener un procesador de dos núcleos. Y eso debe ocurrir de ahora para adelante, pues el término “superphone” solo es utilizado para las especificaciones máximas.

Fíjate que los procesadores dual-core mal han llegado a los dispositivos y ya se habla en CPUs de cuatro núcleos. Bueno, es exactamente esta corrida incesante por alto desempeño que hará con que los superphones con procesadores de dos núcleos se tornen smartphones cuando los dispositivos con quad-core lleguen al mercado.
Y hay más: si consideras la cuestión del sistema operativo, te darás cuenta de que un dispositivo top de hoy no aceptará el Android 4.0, o quizás, ni tampoco aceptará la versión 3.0 — esto no quiere decir que nos sepamos estos detalles sobre todos los dispositivos que van a ser lanzados, pero es la comparación que se puede hacer con base en los teléfonos actuales. Inclusive, esto debe ocurrir porque la propia Google restringe las actualizaciones para modelos específicos, de manera que el consumidor no tenga problemas de bajo desempeño.

La tendencia de la computadora en el bolsillo

Claro que toda esta charla sobre superphones y la evolución acelerada de los procesadores para portátiles dan la enorme impresión de que los fabricantes quieren poner la computadora dentro del bolsillo. Sin ninguna duda, apostamos en ello, al fin y al cabo, el “boom” de los smartphones, sean ellos súper o no, junto a la ola de los tablets, deja bastante claro que el mundo de los portátiles es el futuro.

Además de los superphones, estamos presenciando una era donde las computadoras de mesa están perdiendo mercado para los laptops. Y más, los laptops, así como los netbooks, están cada vez menores, más finos, más potentes, economizando más energía, costando menos y también más bonitos.

Cabe recordar también que algunas demonstraciones realizadas recientemente mostraron que el potencial de los smartphones está muy próximo al de las consolas, es decir, el entretenimiento al alcance de la mano, con la calidad de Playstation 3. Y eso no es todo, la cantidad de aplicaciones que se están ganando versiones en línea y portes para los portátiles es absurda, prueba de que el mundo está convergiendo hacia un rumbo diferente.