“Lo que se está viendo ahora son niños y adolescentes con diabetes de adulto debido a los cambios en la alimentación y al sedentarismo, lo cual antes era imposible de encontrar. A los estudiantes de medicina en la universidad nos decían que buscáramos la diabetes tipo 2 sólo en personas mayores de 40 años, pero ahora el panorama es distinto”, comentó.
Anotó que el mito según el cual un niño rollizo es saludable ya quedó en el pasado y que lo mejor es que tenga un peso adecuado para su edad, pues la obesidad compromete las arterias que se deterioran por el colesterol.
El galeno indicó que la mejor forma de evitar contraer esta enfermedad es educando a los padres sobre cómo alimentar a sus hijos de una manera saludable y acostumbrarlos a la actividad física.
Explicó que las personas obesas que presentan una afección cutánea denominada Acantosis Nigricans o, en el caso de las mujeres, ovarios poliquísticos, son candidatas a padecer la diabetes tipo 2.
La Acantosis Nigricans es un oscurecimiento de la piel principalmente en el cuello, axilas e ingle, que padecen las personas subidas de peso y es un indicador de una futura diabetes.
Detalló que un paciente de diabetes tipo 1 es muy delgado y necesita insulina porque su páncreas no la produce y comienza a sufrir la enfermedad de un momento a otro sin mayores síntomas.
En cambio, la persona que sufre la diabetes tipo 2, por lo general tiene sobrepeso, tiene mucha carga hereditaria del mal, produce insulina que no es capaz de reducir la glucosa en la sangre y tiene muchos síntomas previos como el cansancio, sueño, excesiva sed y apetito.
Godoy es médico del hospital Daniel A. Carrión del Callao. Como presidente de Adiper, está empeñado (con el apoyo del laboratorio Sanofi-Aventis) en formar Educadores en Diabetes, que sean profesionales de la salud capaces de orientar y educar a pacientes que puedan prevenir o sobrellevar la enfermedad.
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