El príncipe Harry de Inglaterra, hijo pequeño del príncipe Carlos y Diana de Gales, cumple hoy un cuarto de siglo con un suculento regalo, los 6,5 millones de libras (7,4 millones de euros) que su madre le dejó en herencia tras su fallecimiento en un accidente de tráfico en agosto de 1997.
En virtud del testamento de la que en su día fuera princesa de Gales, el príncipe Harry no ha podido tener acceso directo a la herencia hasta cumplir los 25 años, tal y como le ocurriera a su hermano mayor, el príncipe Guillermo.
Hasta cumplir esa edad, los administradores legales de la fortuna de Lady Di han ido suministrándoles a ambos el dinero que han necesitado en el día a día.
Sin embargo, a partir de ahora el hijo pequeño de Carlos de Inglaterra, que en los últimos años se ha convertido en uno de los miembros de la familia Real más polémicos, podrá manejar a su antojo la fortuna que le dejó su madre, informó Efe.
El patrimonio de Diana en el momento de su muerte ascendía a 21 millones de libras (23,9 millones de euros) en acciones, joyas, vestidos y en metálico, procedente del multimillonario acuerdo de divorcio al que llegó con el heredero de la corona británica.
Una vez descontado el impuesto de sucesión, la herencia total se quedó en 12,9 millones de libras (14,7 millones de euros), repartida en partes iguales entre los dos descendientes.
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