Parece que el primer ministro italiano, Silvio Berslusconi, no está tranquilo si no causa alguna polémica. Esta vez, la víctima de su actitud de Don Juan fue la primera dama estadounidense Michelle Obama, a quien, con un gesto bastante elocuente, alabó mientras ella se quedaba con la mano extendida para saludarlo.

El gesto de ‘Il Cavaliere’ ha sido catalogado por muchos como de “mal gusto” y “maleducado”, opinión que también tendría Barack Obama, pues no dejó de fruncir el ceño mientras su esposa recibía el saludo de Berlusconi.

El anecdótico hecho ocurrió cuando los esposos Obama recibían el último jueves a los mandatarios participantes de la cumbre del G-20, a la cena que había organizado la pareja presidencial en Pittsburgh, Pennsylvania.