La iniciativa fue del chef y maestro pastelero Julio Gallia, quien mantiene todos los insumos que conforman el tradicional postre. Les ha aplicado nuevas técnicas que consisten, por ejemplo, en volver en pequeñas esferas muy resistentes la miel de chancaca que acompaña al turrón para darle un aspecto más sofisticado al comensal.
Estas esferas se producen en una suerte de “laboratorio gastronómico”, en donde el uso de jeringas, pipetas de vidrio y tubos de ensayo son comunes para obtener las formas.
Usan también modernos hornos compactos donde se lamina la masa con el fin de hacerla más crocante y deliciosa. Pero por sobre todo con una rapidez sorprendente.
Los insumos que lleva nuestro tradicional turrón se mantienen y al probar estos postres podrá advertir la masa convertida en un crocante de ajonjolí, en lugar que la tradicional semilla esté desperdigada en el propio turrón.
También se lucirán burbujas de miel realizadas con la técnica del aireado al vacío, con un tanque de hidrógeno que al soltar la presión forma estas de tal manera que se impregnan en el plato por más de media hora.
Además se presentarán los helados de anís estrella y la alternativa gourmet a la tradicional masa de harina y agua denominada Tablé Bretón, una galleta que mantiene los sabores pero es más nutritiva y puede ser degustada por grandes y chicos.
La coctelería peruana se pone presente y se presentarán además cócteles en honor al Señor de los Milagros como “El Nazareno”, “Cristo de Pachamamilla” y “El moradito”, todos ellos elaborados en base al pisco peruano y al maíz morado.
Esto se realizará como un previo a la actividad central que se vivirá el domingo 18 de Octubre en la Plaza Grau del Callao, donde se batirá el récord del Turrón de Doña Pepa más grande del Perú; el cual será elaborado por 2000 estudiantes de gastronomía y medirá 300 metros cuadrados.
Al final de la exposición será degustado gratuitamente por el público que acuda a esta actividad.
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