Lo buscaron en talleres, ductos y coladeras, sin que pudieran hallarlo hasta hoy. El más feliz es su custodio, a quien las autoridades habían responsabilizado por la fuga.
El caso ocurrió en el Reclusorio Oriente, de México, donde Miguel Ángel Guerrero Meza purga prisión por reincidencia en los delitos de robo y allanamiento de morada.
El sábado 17 de octubre el reo fue reportado ausente al pase de lista y tras una infatigable búsqueda lograron ubicarlo varios días después dentro de un casillero.
El personal del reclusorio, con ayuda de los bomberos, aseguró que buscaron al interno por “todos” los lugares en los que podría esconderse: talleres, ductos y coladeras.
Nadie imaginó que lo encontrarían dentro de un casillero en el área médica del penal, en donde al parecer permaneció oculto desde el sábado.
La Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF informó que ante el hallazgo del reo, se dio parte al Ministerio Público para poner en libertad al custodio, Roberto Montoya Morales, quien había sido consignado por su probable responsabilidad en la supuesta fuga de Guerrero Meza.
El guardia estaba acusado de falsedad de declaraciones, luego de que en su turno del viernes el interno estuviera registrado como presente y para el sábado hubiera desaparecido.
El reo, de 27 años, cuenta con cuatro ingresos a cárceles acusado por el mismo delito. En enero de 2009 salió libre del Ceresova, y ocho meses después volvió a prisión.
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