Un fuerte dispositivo antidisturbios vigiló el desfile ultraderechista, para evitar choques con otra manifestación convocada por organizaciones cívicas y partidos de izquierda en protesta por la marcha neonazi.
El tribunal administrativo de Baviera levantó el viernes a última hora la prohibición antes dictada por las autoridades de Wunsiedel contra el acto en recuerdo de Rieder, vicepresidente del Partido Nacional Democrático (NPD) fallecido quince días atrás.
Rieder fue en el pasado el organizador de las concentraciones anuales junto a la tumba de Hess, con ocasión del aniversario de la muerte del dirigente nazi.
Tales encuentros neonazis fueron prohibidos en 2005, tras largos procedimiento judiciales contra los desfiles de neonazis.
El alcalde de esa localidad bávara, Karl-Willi Beck, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), expresó su protesta por la autorización in extremis de la marcha funeraria de Rieder, por considerar que se vulneraba el espíritu de esa prohibición.
El tribunal administrativo consideró, sin embargo, que se garantizaba que el funeral de Rieder no se convertiría en una marcha apologética de Hess, por incluir la prohibición expresa a toda mención en pancartas o consignas al lugarteniente de Hitler.
Hess se suicidó con 93 años el 17 de agosto de 1987 en la cárcel de Spandau (Berlín), bajo custodia de los aliados.
Era por entonces el último reo de la penitenciaria, donde había pasado 46 años, y en los ambientes neonazis es considerado una especie de mártir.
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