Los actores que interpretan a Edward Cullen y Bella Swan en la saga 'Crepúsculo' están muy unidos, aunque ninguno se atreve a confirmar un noviazgo asumido por los medios. La pareja se conoció durante los cástings de la primera película de la serie vampírica, e inmediatamente surgió la chispa entre ambos.
Ahora el éxito masivo les ha llevado a encerrarse en la suite del hotel canadiense donde viven, y del que prefieren no salir para evitar a las masas de fans. Aunque no se pueden permitir estar fuera de los focos por mucho tiempo. "Si no salgo, dirán que me ha dado una sobredosis de heroína", afirma Robert.
Kristen, por su parte, sostiene que no dejará de ser fiel a sí misma porque empezaría a odiarse, aunque defiende que lo suyo no es rebeldía. De ella, Robert dice que es fuerte y que no se deja intimidar. Por el contrario, él mismo se define varias veces como un "idiota".
Al final de la entrevista, ambos responden individualmente a preguntas sobre ellos dos. Robert es el que más tiempo dedica a su pelo, y, según Kristen, "un gran cantante, te rompe el corazón". También es el más competitivo, "como si fuera un niño, y en todos los aspectos de su vida. Incluso cuando gana emplea un tono de voz como el de un crío de cinco años", afirma su compañera de reparto.
Parece que Robert es también el más egocéntrico, reconocido incluso por él. "Diría que estamos empatados, su ego es más sólido que el mío, pero yo alcanzo picos muy altos". Y añade: "A veces, simplemente por decir 'hola' de la manera adecuada, me siento como 'Dios, soy tan guay'".
Eso sí, ninguno de los dos se pone de acuerdo a la hora de decir quién busca más su propio nombre en Internet. Ambos acusan al otro de hacerlo, y es Robert el que lo explica: "Si vemos que el otro está buscando su nombre es como 'Por Dios, ¿eso estás mirando?', y a la vez fingimos que enviamos un mensaje de texto aunque nos estamos buscando en Internet a través del móvil".
Mientras esperan a que la segunda parte de 'Crepúsculo, Luna Nueva' se estrene y la locura de admiradores tome aún más fuerza, los dos actores se resignan a seguir evitando el contacto con el mundo exterior. Y no dudan ante la pregunta de qué harían si nadie pudiera verlos. "Daría un paseo", dice Kristen. "A mí me gustaría decir algo noble, pero en realidad espiaría a la gente para saber que piensan de mí... y entonces les odiaría por ello", apunta Robert.
Ahora el éxito masivo les ha llevado a encerrarse en la suite del hotel canadiense donde viven, y del que prefieren no salir para evitar a las masas de fans. Aunque no se pueden permitir estar fuera de los focos por mucho tiempo. "Si no salgo, dirán que me ha dado una sobredosis de heroína", afirma Robert.
Kristen, por su parte, sostiene que no dejará de ser fiel a sí misma porque empezaría a odiarse, aunque defiende que lo suyo no es rebeldía. De ella, Robert dice que es fuerte y que no se deja intimidar. Por el contrario, él mismo se define varias veces como un "idiota".
Al final de la entrevista, ambos responden individualmente a preguntas sobre ellos dos. Robert es el que más tiempo dedica a su pelo, y, según Kristen, "un gran cantante, te rompe el corazón". También es el más competitivo, "como si fuera un niño, y en todos los aspectos de su vida. Incluso cuando gana emplea un tono de voz como el de un crío de cinco años", afirma su compañera de reparto.
Parece que Robert es también el más egocéntrico, reconocido incluso por él. "Diría que estamos empatados, su ego es más sólido que el mío, pero yo alcanzo picos muy altos". Y añade: "A veces, simplemente por decir 'hola' de la manera adecuada, me siento como 'Dios, soy tan guay'".
Eso sí, ninguno de los dos se pone de acuerdo a la hora de decir quién busca más su propio nombre en Internet. Ambos acusan al otro de hacerlo, y es Robert el que lo explica: "Si vemos que el otro está buscando su nombre es como 'Por Dios, ¿eso estás mirando?', y a la vez fingimos que enviamos un mensaje de texto aunque nos estamos buscando en Internet a través del móvil".
Mientras esperan a que la segunda parte de 'Crepúsculo, Luna Nueva' se estrene y la locura de admiradores tome aún más fuerza, los dos actores se resignan a seguir evitando el contacto con el mundo exterior. Y no dudan ante la pregunta de qué harían si nadie pudiera verlos. "Daría un paseo", dice Kristen. "A mí me gustaría decir algo noble, pero en realidad espiaría a la gente para saber que piensan de mí... y entonces les odiaría por ello", apunta Robert.
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