La historia se remonta al 6 de noviembre de 2004 cuando un diario, en una nota titulada “Los pecados de Raúl”, reveló que Diez Canseco había contratado a De la Fuente, entonces de 26 años, y a dos de sus primos en entidades que dependían del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo que dirigía, con altísimos sueldos.

Poco después se informó que el también ex ministro de Comercio habría beneficiado a Germán de la Fuente, el padre de la joven, al haber impulsado la dación del Decreto Supremo 047 que exoneraba del pago de impuestos a los restaurantes ubicados en la zona internacional de los aeropuertos del país.

Diez Canseco dijo que era víctima de una campaña que pretendía “asesinarlo moralmente” pero después renunció a sus cargos políticos para vivir su romance.  Un año después anunció la ruptura y sus intenciones de recuperar a su familia.

"Estoy tratando de resarcir el daño que causé", expresó.

“Mis hijos no salen de su casa. Otra familia que se tiene que ir del país. Por favor, no hagan más daño”, dijo con una voz quebrada Diez Canseco en aquella ocasión.

“El único error que cometí fue enamorarme”, afirmó ella.