Felix el gato cumple hoy 90 años en las pantallas


Puro surrealismo en branco y negro: su júbilo y vitalidad chaplinsca marcaron una época del cine mudo y la memoria de quienes gozaron de sus primitivos cortos para TV.


Su negra silueta felina es una de las imágenes más reconocibles en el mundo animado. “Félix el gato” es considerado la primera estrella del cine de animación silente, cuando Paramount Pictures distribuyó sus primeros cortometrajes entre 1919 y 1921. Y, como muchas creaciones de entonces, sus orígenes se confunden en las polémicas y las acusaciones de plagio. En este caso, fueron el productor y caricaturista australiano Pat Sullivan y el animador estadounidense Otto Messmer quienes se arrogaron la paternidad del gato de la animada carcajada. Siendo imposibles las pruebas de ADN, hay que escuchar a los críticos especializados que se inclinan por Messmer, su verdadero autor, en tiempos en que era común que el propietario de un estudio se apropiara de los derechos de sus empleados.

Según Charles Solomon, autor del libro “The History of Animation: Enchanted Drawings” (1994), el nacimiento del carismático personaje tuvo por precursor a Master Tom, quien debutó el 9 de noviembre de 1919, en un corto de Paramount Pictures titulado “Feline Follies”, producido por el estudio de animación de Sullivan y dirigido por Messmer. El éxito fue inmediato. Sin embargo, un productor de la Paramount, John King, sugirió cambiar el aburrido nombre del personaje por el de Félix, y, como tal, protagonizó la tercera película del estudio: “Las aventuras de Félix”, estrenada, un día como hoy, el 14 de diciembre de 1919.

Junto con su fama inmediata, fueron apareciendo nuevos personajes, como el amo de Félix, Willie Brown, el insufrible ratón Skiddoo, Inky, Dinky y Winky, sobrinos de Félix y su novia Kitty. En su humor, marcado por la ideología, la coyuntura y los miedos estadounidenses de la época, son inevitables los estereotipos étnicos, las crisis laborales, el alcoholismo y la ley seca. Cinco años más tarde, el animador Bill Nolan metió su lápiz para rediseñar al gato de los ojos saltones redondeando su cuerpo para corregir la figura antropomórfica inicial, cuyos movimientos y personalidad debían mucho a la caricatura animada de Charles Chaplin que el mismo Messmer había creado anteriormente para el estudio de Sullivan.

Ícono de la cultura popular estadounidense, Félix saltó de la pantalla a la tira cómica (dibujada por Messmer desde 1923), y su imagen marcó la primera fiebre de “merchandising”, en EE.UU.: prestó su imagen en relojes, adornos de Navidad y juguetes. El gato llegó a compartir pantalla con caricaturas de importantes actores como Douglas Fairbanks, Cecil B. DeMille, Charlie Chaplin, Ben Turpin y Will H. Hays en el corto animado “Félix en Hollywood” (1923), lo que puede ser un buen ejemplo de su éxito, que, sin embargo, solo duró la gloria del cine silente. La llegada de dibujos animados parlantes, como el Mickey Mouse de Walt Disney, adelantó su entrada al asilo de glorias anacrónicas. Jamás llegó a recuperarse, ni siquiera cuando la televisión animara su segunda vida en 1953, cuando el artista Joe Oriolo, asistente de Messmer cuando Félix se refugió en las historietas, negoció los derechos con un sobrino de Pat Sullivan. En los 260 capítulos de su retorno, Félix fue acompañado por personajes demasiado acartonados e incapaces de seguir la plasticidad del pequeño felino. Lejos del surrealismo de su origen y su incorrección política, convertido en un héroe domesticado para los niños, lo único memorable de su primer paso por la pantalla chica fue la pegajosa canción de sus créditos iniciales.

Don Oriolo, hijo de Joe, continúa tejiendo las siguientes vidas del gato en una serie de televisión, una completa gama de mercadotecnia y recientes videojuegos. Los nostálgicos se alegrarán al saber que ha renacido el interés por los cortos originales de Sullivan y Messmer, hoy compilados en DVD e incluso descargables de la tienda iTunes.

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