Los escándalos sexuales de los famosos estadounidenses


El ex presidente Bill Clinton y el ex gobernador de Carolina del Sur Mark Sanford son solo dos de los predecesores del desenmascarado Tiger Woods



Los escándalos sexuales, protagonizados por legisladores y funcionarios públicos, son hechos recurrentes en la política de Estados Unidos. Cuando la prensa aún explotaba el caso de infidelidad matrimonial del gobernador de Carolina del Sur, Mark Sanford, quien desapareció cinco días para reunirse con su amante porteña en Argentina, un nuevo escándalo estalló en Washington. Ahora se trata de Scott Brown, candidato a ocupar el escaño senatorial del recién fallecido Ted Kennedy, que en 1982 posó semidesnudo para la revista “Cosmopolitan”.

A estos hechos podemos añadir los casos de legisladores de la talla de John Edwards, Dan Crane, Barney Frank, Mark Foley, Gerry Studds, Gary Condit y Tom DeLay, quienes por obedecer a los deseos de la carne y el dinero arruinaron sus carreras políticas en la última década.

El único sobreviviente de los escándalos vinculados directamente con el sexo es el ex presidente Bill Clinton. Él sigue en la política y todavía goza de respeto en el mundo, a pesar de haber protagonizado el mayor escándalo político por su relación con la becaria Mónica Lewinsky, que incluso lo llevó a ser objeto de un juicio político en el Senado para determinar si había mentido bajo juramento al negar inicialmente su vinculación.

Hay que recordar que desde los albores de la república, los historiadores han revelado que las relaciones extramatri-moniales marcaron la vida de los políticos más influyentes de la época. Ahora se sabe que hasta Thomas Jefferson tenía al menos un hijo (no reconocido) con una de sus esclavas negras, Sally Hemigs.

Lo sucedido con Scott Brown no es casualidad. Sus adversarios políticos revivieron su desnudo juvenil con el único propósito de dañar la imagen del Partido Republicano. Hoy todos los legisladores demócratas le recuerdan que hace 27 años fue bautizado como el hombre más sexy de América por un puñado de dólares.

Ante la evidencia fotográfica y el acoso de la prensa, los responsables de la campaña de Brown no han tenido otra alternativa que aprovechar el alboroto mediático para convertirlo en el sucesor de Kennedy. Uno de los avisos más originales reza así: “Vote por Brown. Él sí que tiene un “paquete” de estímulo”.

PELEANDO POR UNA CURUL
Pero al margen de los comentarios socarrones de la prensa, no hay duda de que las fotos en cuestión le han dado un giro inesperado a la carrera por la sucesión de Ted Kennedy. Ahora la procuradora general de Massachusetts, Martha Coakley, podría asegurar el triunfo del Partido Demócrata en elección especial del 19 de enero.

En seis semanas, los votantes de Massachusetts deberán elegir entre Coakley (56 años), una liberal con trayectoria impecable, y Brown (50), un conservador de bajo perfil que de la noche a la mañana resurgió en un ícono sexista.

Las llamas del escándalo político, avivadas por los medios de comunicación, han generado un serio dilema entre los electores indecisos e independientes de dicho estado. Elegir entre una mujer liberal, con perfil feminista, o un hombre conservador, amante de los desnudos.

Ted Kennedy, quien falleció el 25 de agosto de cáncer al cerebro después de haber ocupado el cargo de senador por casi 47 años, jamás se podría haber imaginado que la elección de su reemplazante no giraría en torno a ideas políticas sino al pasado sexual de uno de los aspirantes.

AMORES QUE MATAN
Al igual que la Luna, la capital estadounidense tiene dos caras diametralmente opuestas. Durante el día, numerosos políticos, deportistas y hombres de negocios privilegian el rígido protocolo, pero al caer la noche sucumben ante la lujuria. Deborah Jeane Palfrey, conocida como “la madame de Washington”, sabía de esa dualidad e instaló una red de prostitución que pronto la convirtió en millonaria.

En el 2007, estalló el escándalo cuando Palfrey fue llevada a los tribunales por evasión tributaria y luego de amenazar con vender al mejor postor todas las listas de llamadas de sus clientes para pagar su defensa, optó por divulgarlas de manera gratuita. Entre los clientes se encontraba el senador republicano David Vitter, quien no tuvo otra opción que pedir disculpas por haber cometido “un pecado muy grave”.

En mayo pasado, antes del inicio formal del juicio, el cuerpo de “la madame de Washington” apareció ahorcado en casa de su madre en Florida. Al parecer, Palfrey se había suicidado con una cuerda de nailon, tras dejar una nota de despedida, cuyo contenido se desconoce.

No se encontraron indicios de la participación de terceras personas en la muerte de Palfrey, de 52 años. Ella se encontraba en situación de libertad bajo fianza y encaraba hasta un máximo de 55 años de cárcel.

Palfrey estableció en 1993 “Pamela Martin”, que se anunciaba en la guía telefónica y los periódicos de Washington como proveedora de compañía de mujeres jóvenes, con educación universitaria y empleos estables, a cambio de 275 dólares la hora. Las autoridades federales señalaron que durante trece años la empresa empleó a 132 mujeres y generó unos dos millones de dólares mediante “actividades relacionadas con la prostitución”.

Una debilidad presente en todos lados
Los escándalos de tipo sexual no son exclusivos de los políticos estadounidenses. Deportistas y artistas también suelen transitar por el zigzagueante sendero del pecado. Hoy todos hablan de la infidelidad de Tiger Woods, después de un extraño accidente de automóvil ocurrido casi en la puerta de su casa en Florida en la madrugada del 27 de noviembre.

El pasado 2 de diciembre, el golfista reconoció que había sido infiel a su mujer. Desde entonces ha aparecido una decena de mujeres que afirman haber sido amantes del golfista número uno del mundo tanto antes como durante su matrimonio, una lista que podría seguir creciendo.

Mientras tanto, la cantante Jennifer López lucha en los tribunales para impedir que dos videos, en donde se le aprecia manteniendo relaciones sexuales con diferentes hombres, sean vendidos a las cadenas de televisión.

0 comentarios:

Publicar un comentario