Pese a que la NASA ha conseguido reducir de forma considerable la posibilidad de un impacto, Rusia considera que no es suficiente y recomienda trabajar en ello para lograr desviarlo.
Como indica la BBC News, los rusos creen posible el uso de una nave espacial que interfiriese la trayectoria del asteroide, sin llegar a destruirlo. “Los cálculos demuestran que con una nave espacial se podría desviar al objeto de su curso”. No se trata de destruir a Apophis, sino de sacarlo de su trayectoria”, explicó Perminov.
No obstante, añadió que cualquier plan para esto “se haría mediante una colaboración internacional entre Rusia, la Unión Europea, Estados Unidos, China y Japón”. La probabilididad de colisión es de una entre 45,000, pero las consecuencias de un impacto serían nefastas.
En su trayectoria hacia el Sol, el Apophis pasará muy cerca de la Tierra (a unos 30.000 kilómetros) en 2029, pudiendo colisionar contra ésta a su regreso en 2036.
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