El arresto de Gary Coleman hace dos días por violencia familiar nos hizo acordar que existía una famosa serie en la década de los ochenta llamada Blanco y Negro.

Coleman ha tenido una vida llena de excesos e infortunios. Del angelical “Arnold” queda muy poco y hoy vemos a este tipo enfurecido adornando las páginas con los más sonados escándalos de Hollywood, ya sea por sus arranques de ira o protagonizando algún reality con su pintoresca esposa.

Apenas nacido le diagnosticaron un mal congénito que le destruyó el riñón y le interrumpió el crecimiento a una edad temprana. En su mejor momento con la serie llegó a ganar más de 70 mil dólares por capítulo, pero cuando finalizó la sitcom su rostro fue desapareciendo poco a poco hasta hace unos pocos años cuando debió salir a la luz nuevamente, aunque esta vez en la bancarrota.

Se sabe que sostuvo disputas legales con sus padres por su cuantiosa fortuna, además cuando no le quedó ni un centavo por su vida de excesos fue involucrado en un asalto. Luego de perder sus propiedades –una mansión en Nueva York- trabajó como guardia de seguridad.

Su hermano en la serie, Todd Bridges, tampoco la pasó muy bien. El popular “Willis” supo tocar el cielo con su participación en “Blanco y negro”, sin embargo al igual que Gary Coleman el salto a la fama y la llegada de cantidades monumentales de dinero terminó por marearlo.

Bridges estuvo inmerso durante muchos años en el mundo de las drogas y por estuvo debió pasar varias veces por prisión. Hoy en día parece estar recuperado y decidió fundar una asociación de ayuda para los más jóvenes.

Pero el destino más trágico lo tuvo la bella Dana Plato, quien daba vida a la hermana de Arnold y Willis, e hija del millonario Philip. La recordada “Kimberly” falleció por una sobredosis de drogas en 1999. Tenías apenas 34 años.

Su vida estuvo signada por el consumo de drogas, las compañías de dudosa reputación, un embarazo no deseado a los 18 años y los intentos de suicidio. Se sabe que al final de su carrera protagonizó películas eróticas de bajísimo presupuesto.