nutricionista de Nestlé, Vanessa Riega, da su punto de vista sobre las bondades de esta bebida.
CURA LA RESACA. El café no disminuye la cantidad de alcohol en el cuerpo, pero la cafeína despeja a la persona y la lleva a un estado de alerta.
ESPANTA EL SUEÑO. Reduce el cansancio y, entonces, mantiene a la persona despierta por más horas.
NO ES APTO PARA DEPORTISTAS. Una taza puede ayudar a conservar un buen rendimiento en ejercicios que son de larga duración.
NO SE DEBE CONSUMIR DURANTE EL EMBARAZO. Tomarlo moderadamente no tiene efectos adversos para la madre ni para el bebé. Es más, durante la gestación se recomienda –eso sí, como máximo– tres tazas diarias de esta bebida.
CAUSA HIPERTENSIÓN. Todo exceso es dañino para el ser humano, pero consumir café sin abuso no eleva la presión arterial. En consecuencia, no genera hipertensión.
ES ADICTIVO. Es un mito decir que la cafeína genera adicción. Cesar abruptamente su consumo podría ocasionar dolores de cabeza o fatiga, síntomas pasajeros que se pueden evitar ingiriéndola en menores cantidades.
ALGUNOS DATOS. Como sucede con todos los alimentos y bebidas, un consumo moderado no perjudica la salud. El café estimula el sistema nervioso, incrementa la energía, contiene antioxidantes que retrasan el envejecimiento, actúa como diurético entre otras propiedades favorables para nuestro desarrollo mental y físico.
Diversos estudios demuestran que el consumo moderado de café, puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.
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