El meteorito, que provocó una intensa explosión en una zona desértica de Gauteng, no cobró víctimas mortales, pero si asustó a los habitantes de la localidad.

Los testigos dijeron que cerca de las once de la noche vieron una bola de fuego verde que tras impactar convirtió por unos segundos la noche en día.

Un hecho similar ocurrió el 6 de junio de 2002, cuando un objeto con un diámetro estimado de diez metros colisionó con la Tierra. El impacto ocurrió sobre el Mar Mediterráneo, entre Grecia y Libia, y el objeto explotó en el aire.

La energía liberada se estimó en un equivalente de 26 kilotones de TNT, algo comparable a una pequeña bomba atómica.