Los últimos 300 metros se precipitó al suelo girando en espiral para aterrizar en el tejado de un hangar de aviación
Un paracaidista británico sobrevivió a una caída de 3.000 metros tras fallar su paracaídas principal y el que llevaba de reserva, informaron hoy medios brtiánicos.
El experimentado paracaidista, que realizaba con frecuencia saltos con su cámara de fotos, vio cómo fallaba su paracaídas al saltar y después no pudo controlar el de reserva. Los últimos 300 metros se precipitó al suelo girando en espiral para aterrizar en el tejado de un hangar de aviación.
El británico fue trasladado al hospital con heridas en la cabeza y los hombros, pero según declaraciones de sus amigos se encuentra en buen estado. Durante el salto llevaba una cámara para filmar a paracaidistas principiantes en el condato de Shropshire.
“Lo vi caer y, al verlo volar en espiral, supe que algo no iba bien. Llamé a una ambulancia antes de que chocara”, contó el dueño de la empresa de saltos en paracaídas, Colin Fitzmaurice. En su opinión, la construcción del tejado del hangar frenó el impacto. “Si hubiera caído a un par de metros, habría chocado con hormigón”.
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