La mujer, acompañada de una amiga, entró el jueves pasado a una joyería en el centro de Río de Janeiro y en un descuido de los vendedores se tragó la joya, según informaciones del portal Globo.
Los vendedores sospecharon del hurto y la denunciaron ante las autoridades, que al no encontrar la pieza entre sus pertenencias y por la actitud nerviosa de la acusada pidieron la realización de una radiografía que constató la presencia de la joya en el organismo.
Los médicos intentan inducir una expulsión "natural" de la alhaja o de lo contrario deberán proceder a una intervención quirúrgica para su retirada, indicó la Policía de Río de Janeiro.
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