Los investigadores han dividido a las mujeres en tres grupos: las que consumen de forma moderada vino tinto (uno o dos vasos al día), las astemias y las que realizan un consumo ocasional.
Todas han sido sometidas a varios cuestionarios sobre el Índice de Funcionalidad Sexual Femenina (FSFI).
Los resultados de la investigación han revelado que un consumo moderado y regular de vino tinto (una o dos copas al día) está asociado a una alta funcionalidad sexual femenina. En pocas palabras, a un mayor deseo sexual.
Cierto es que siempre se han exaltado los beneficios del vino para el desarrollo del cuerpo humano gracia a sus antioxidantes, claves para prevenir los daños en los vasos sanguíneos, reducir el colesterol y prevenir coágulos en la sangre.
Un consumo excesivo de vino tinto puede contribuir a elevar los niveles de triglicéridos.
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