Los extorsionadores siguen actuando con total impunidad en Trujillo. Este vez incendiaron la combi de un comerciante que se negaba a pagar los cupos que le exigían desde hace varios meses.
El vehículo se incendió dentro de la vivienda del afectado, identificado como Francisco Castañeda. Las llamas alcanzaron parte de las paredes y pudieron ocasionar una tragedia, pero nadie salió herido.
Castañeda provee de carne y verduras al penal El Milagro y algunos hospitales de la ciudad, por lo que se convirtió en un blanco fácil de los delincuentes.
Este tipo de atentados en el norte del Perú preocupan por su frecuencia y sus efectos negativos ya se hicieron sentir en el turismo. Ante esta ola de violencia, los operadores están cambiando los destinos de viaje de los visitantes hacia el sur del país.
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