Consciente de que la opinión pública ya la ha condenado y que el mote de ‘roba pulmón’ será difícil de borrar, la empresaria de 32 años Susan Hoefken espera que la justicia la encuentre inocente en el caso del robo del pulmón que ella denunció y supuestamente habría urdido como estrategia publicitaria para la muestra El Cuerpo humano: real y fascinante, que se exhibió meses atrás en Lima.
Ojerosa, con algunos kilos menos, Hoefken reiteró su inocencia y dijo que no existen pruebas en su contra para que la condenen a los siete años de prisión que el Ministerio Público ha pedido para ella. “No me robé el pulmón. (…) Tienen que declararme inocente porque no hay pruebas en mi contra”, dijo en el programa Punto Final. Mañana, martes, se inicia el juicio* por el caso del pulmón robado. “No soportaría ir presa, me moriría”, agregó.
Refugiada en una vivienda en la zona de La Planicie, la empresaria contó que prácticamente pasa sus días recluida y que al salir la calle lo hace con lentes oscuros grandes y con un peinado distinto del habitual. Sin embargo, señaló que algunas veces le han reconocido y le han gritado “¡Roba pulmón! ¡Roba pulmón!”.
“Ya no soy Susan Hoefken…soy la ‘robapulmón’. Es un estigma que me voy a cargar el resto de mi vida”, señaló para luego comentar que hace unos días, en el velorio de su abuela, tuvo que irse al ver que algunas personas la señalaban. “Es como que ya no quiero ser yo. Es como si tengo vergüenza de que me señalen”, agregó.
DATOS
* Hoefken reiteró que la cámara de seguridad no logró captar al supuesto ladrón del pulmón.
* Contó que la recompensa de 2 mil dólares que ofreció a nombre de la empresa ella la iba a pagar de su bolsillo.
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